Uno de cada dos niños considera su mascota su mejor amigo e incluso le llegan a confiar sus grandes secretos. Estos son los datos recogidos por unos expertos del centro de investigación de Mars, Waltham Center of Pet Nutrition, en Gran Bretaña. El estudio también ha demostrado que la presencia de mascotas en la familia promueve en los niños el interés por la naturaleza, reduce el estrés y potencia aspectos como la responsabilidad y la empatía.
“Cuando no se tiene hermanos, las mascotas tienen un rol crucial en el desarrollo de los niños, permitiéndoles socializar, cuidar y jugar con otros”, explica la doctora Sandra McCune, responsable del departamento de interacciones humano-animal del centro Waltham.
Aspectos como la percepción, el razonamiento, la capacidad de toma decisiones, la memoria o la adquisición del leguaje también han sido objeto de estudio. Los autores han demostrado que el desarrollo cognitivo se ve beneficiado por la relación de los más pequeños de la casa con sus mascotas.
Existe un efecto tranquilizador de los animales debido a la capacidad de estos de acompañar sin juzgar. Esto facilita que los niños busquen en ellas consuelo y las vean como confidentes. Varios estudios de este mismo centro de investigación confirman que dos de cada tres niños piensan que sus mascotas entienden sus sentimientos y tres de cada cuatro que buscan la compañía de su perro o gato cuando están tristes.
Beatriz Jiménez