La receta deportiva es una iniciativa transversal impulsada por la Concejalía de Deportes de Arganda con la ayuda de la Concejalía de Sanidad. Los responsables del Ayuntamiento observaron que en la visita al centro del salud los médicos suelen recomendar a los pacientes que tomen algunos medicamentos, pero también que hagan deporte. Normalmente, muchos compran las medicinas, pero cuando vuelven al médico la mayoría no ha hecho ninguna actividad y no mejora de sus dolencias. Por eso, implantaron un proyecto mediante el cual los enfermos llegan a las instalaciones deportivas con la receta. Consiste en un periodo de tres meses durante el cual el afectado acude al centro con la patología que tiene para que se le cure y pasado ese período, si ya ha mejorado, se le da el alta. No obstante, también se busca que esa persona se haga asidua y a partir de ese momento siga practicando deporte mediante los Abonos Fusión que ofrece el Ayuntamiento. El ciudadano hace las actividades que el médico considera oportunas y durante ese periodo tiene un coste de diez euros al mes.
Todo empezó con una prueba piloto en los meses de abril, mayo y junio. Era un grupo de diez personas, aunque a partir de ahora se realizará de forma continua con quince ciudadanos. De hecho, los primeros resultados obtenidos no pudieron ser más satisfactorias para los dirigentes del Ayuntamiento. «Ya nos han dado los resultados de los progresos de los primeros diez pacientes y en el caso de uno de ellos la doctora nos dijo que le salvamos la vida. Este hombre tenía un problema cardiovascular y gracias al deporte ha podido dejar hasta las pastillas. En las patologías que se han tratado nos ha dado un resultado magnífico», cuenta la concejala de Deportes y Actividades Saludables de IUCM-LV Alicia Amieba.
El tratamiento tiene una duración de tres meses, porque ese es el periodo necesario para crear un hábito en una persona. Los técnicos y expertos consideran que si solo se ofreciese la receta durante un mes, el paciente deportista dejaría de ir al centro porque no lo tomaría como una costumbre que le hace sentirse mejor en el día a día. «En el caso de Arganda, tras tres meses de tratamiento, los diez primeros pacientes han decido pagar el Abono Fusión para continuar con su actividad«, añade Amieba.
Bajo control médico
Los médicos de cabecera son los que deciden cuáles son las personas que más necesitan este tipo de tratamientos. Esta iniciativa ya la habían llevado a cabo en un centro de Vallecas, en Tomelloso y en Getxo (por iniciativa del Gobierno vasco). En Arganda solo se pueden ofrecer quince plazas porque es un municipio de sólo 55.000 habitantes.
Sin embargo, la competencia en Sanidad recae realmente en la Comunidad de Madrid, que es la que realmente tendría capacidad para asumir estos costes, aunque el Gobierno de Cifuentes todavía no se ha pronunciado a este respecto. En cualquier caso, los proyectos de estos Ayuntamientos deben servir para que las distintas Comunidades tomen nota de este modelo y se pueda implantar a gran nivel.
El coste real de esta medida sería muy reducido y podría llegar a ser inexistente, puesto que la reducción del gasto en la subvención de medicamentos caros podría hacer que la administración llegase incluso a ahorrar dinero en algunos casos. Los políticos repiten desde hace años que el deporte y la vida saludable reducen la presencia de la gente en los hospitales, pero se comportan de forma tímida a la hora de llevar a cabo iniciativas innovadoras como esta.
Felipe Poza