“La hidratación es un aspecto fundamental en una nutrición adecuada, aunque en muchas ocasiones lo olvidamos. Además, los problemas por una mala hidratación pueden ser graves durante el periodo estival, en especial si están asociados a la práctica de ejercicio físico”, explica el Dr. Julián Álvarez, especialista en Medicina Deportiva, nutricionista y miembro del Consejo Asesor de Herbalife
La llegada del verano y el incremento de las temperaturas hacen que aumente la necesidad de asegurarnos un consumo adecuado de líquidos para mantenernos hidratados, y teniendo en cuenta que el 60% del cuerpo de un adulto está compuesto por agua, es vital que exista un equilibrio entre la cantidad de agua que ingerimos y la que perdemos.
A pesar de la importancia del buen hábito de beber abundante agua a diario, sólo el 20% de los participantes del XII Panel de Hábitos Saludables de Herbalife Nutrición afirma beber entre 2 y 3 litros de líquido al día, aunque la recomendación de la Organización Mundial de la Salud sea un litro por cada 35 kilos de peso.
La buena noticia es que el 74% de los encuestados asegura que el líquido que más consume diariamente es el agua. Los otros líquidos más consumidos diariamente son los refrescos (11%) y los zumos (5%).
Si se comparan los hábitos de consumo diario de líquidos por sexo, tanto la mayoría de hombres como de mujeres afirman beber entre 1 y 2 litros de líquido diario. Sin embargo, son más hombres que mujeres los que beben entre 2 y 3 litros. Por lo contrario, el número de mujeres que ingieren menos de 1 litro de líquidos al día es mayor (19,6%) que el de hombres (13,8%), mientras que el número de encuestados que afirma consumir más de 3 litros de líquidos al día es cuatro veces mayor en el sexo masculino (4,4%) que en el femenino (0,4%). Además, el sexo femenino consume diariamente más agua que refrescos (78%, frente el 71% de hombres).
El alcohol es la tercera opción favorita entre los varones a la hora de consumir líquidos, mientras que para las mujeres son los zumos.
El número de hombres que consume más alcohol que agua es casi tres veces mayor que el de mujeres (un 5% frente al 2%, respectivamente).
La sed es un síntoma de la necesidad de fluidos y se cree que cuando ésta aparece ya es demasiado tarde. Una pérdida de agua del 2% es suficiente para que la salud se vea afectada, hecho que se potencia durante la actividad física. Independientemente de la edad, la deshidratación afecta a varias funciones corporales, entre las que las funciones cognitivas (desorientación, humor, etc.) y el control motor (fatiga, coordinación corporal, etc.) acostumbran a ser las más afectadas. Otros síntomas de deshidratación también pueden incluir sensación de sequedad en la boca, orina oscura, estreñimiento, fatiga muscular y dolor de cabeza.
Marta de la Fuente