Este viernes 14 de marzo es el Día Mundial del Sueño, y este año el lema escogido es «Haz de la salud del sueño una prioridad«, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de adoptar hábitos que favorezcan un descanso adecuado y su impacto en la calidad de vida.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 54% de la población adulta en España duerme menos de las horas recomendadas, y un 48% no consigue un sueño de calidad. Además, uno de cada tres adultos se despierta con la sensación de no haber descansado lo suficiente. La situación también es preocupante entre los más jóvenes: el 70% de los niños mayores de 11 años no duermen las horas necesarias, lo que podría afectar su desarrollo y rendimiento académico.
«Solo una minoría de la población, menos del 5%, puede considerarse «dormidor corto», es decir, personas que pueden funcionar correctamente con cinco o seis horas de sueño. Para la mayoría, sin embargo, la duración adecuada debe situarse entre las siete y nueve horas en adultos, más de diez horas en niños mayores de dos años y al menos ocho en adolescentes«, explica la Dra. Celia García Malo, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
La privación crónica de sueño tiene consecuencias tanto a corto como a largo plazo. En el día a día, impacta en la atención, la productividad y el estado de ánimo, además de aumentar el riesgo de accidentes laborales y de tráfico. A largo plazo, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad, trastornos cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, y problemas de salud mental como la depresión. También se ha vinculado con una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer, como el de colon, mama y próstata.
Una preocupación creciente
El insomnio, la apnea del sueño, los trastornos del ritmo circadiano y el síndrome de piernas inquietas son algunas de las alteraciones del sueño más comunes. Según la SEN, más de cuatro millones de españoles sufren algún trastorno crónico y grave del sueño, aunque solo el 10% de los casos están diagnosticados. A pesar de la prevalencia de estos problemas, menos de un tercio de las personas afectadas busca ayuda profesional.
La situación es especialmente alarmante entre ciertos grupos de población. Solo un 33% de las mujeres españolas logra dormir al menos siete horas entre semana, mientras que más del 50% de los mayores de 65 años padece algún trastorno del sueño, muchas veces relacionado con enfermedades crónicas o el uso de medicación.
Hábitos saludables para mejorar el descanso
Los expertos coinciden en que la duración del sueño no es el único factor determinante: también es esencial su continuidad y su ajuste al ritmo biológico. «El marcador más importante de la calidad del sueño no es lo que indique un dispositivo, sino cómo nos sentimos al despertar. Deberíamos levantarnos con energía y bienestar para afrontar el día», destaca la Dra. García Malo.
Para mejorar la calidad del sueño, la SEN recomienda evitar comidas copiosas, el alcohol y el tabaco, así como limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. También subraya la importancia de mantener horarios regulares y un entorno de descanso adecuado: silencioso, oscuro y confortable.
A pesar de la importancia del descanso para la salud, el actual estilo de vida dificulta su calidad. «Vivimos en un entorno de trabajo sedentario, con poca exposición a la luz solar y altos niveles de estrés, lo que afecta nuestro descanso. Es fundamental concienciarnos sobre su importancia y buscar ayuda médica si experimentamos problemas persistentes», concluye la Dra. García Malo.