En un giro inesperado de los acontecimientos, el Centro de Depilación y Medicina Estética Único, ubicado en el centro comercial El Arcángel de Córdoba, cerró sus puertas sin previo aviso la semana pasada, dejando a ocho trabajadoras sin empleo y a numerosos clientes con tratamientos pagados pero no completados. Este abrupto cierre ha generado un aluvión de quejas y consultas, que ya suman más de 200 en menos de una semana, según la organización de defensa de los consumidores Facua Córdoba.
El pasado 17 de junio, las trabajadoras de Único se presentaron en el establecimiento para iniciar su jornada laboral y encontraron el local desmantelado y cerrado. Acompañados por abogados, recibieron ese mismo día un documento notificando el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y despido colectivo. La noticia del cierre se difundió rápidamente a través de los medios de comunicación y el boca a boca entre empleadas y clientes, lo que llevó a la creación de una plataforma de usuarios afectados para buscar una solución y estudiar posibles acciones legales.
Desde el cierre del centro, Facua Córdoba ha estado asistiendo a los afectados, ofreciendo asesoramiento y comenzando a tramitar las reclamaciones pertinentes. Según la organización, los socios afectados están en proceso de interponer acciones legales contra la financiera para suspender los pagos y anular los créditos otorgados para tratamientos no realizados. Para aquellos que pagaron en efectivo o con tarjeta, Facua recomienda presentar una denuncia ante la Policía y estar atentos al concurso de acreedores al que podría acogerse la empresa.
Paralelamente, los clientes afectados se han organizado a través de un grupo en Facebook llamado “Plataforma Estafados Centros Único Córdoba”, que en tan solo unos días ha alcanzado casi 700 miembros. Este grupo se ha convertido en un espacio donde los afectados comparten sus experiencias y buscan apoyo mutuo. “Nuestra misión es unirnos para exigir respuestas a la dueña, recuperar nuestro dinero y evitar que más personas sean víctimas de esta situación”, señalan los administradores del grupo.
Los testimonios en el grupo reflejan la frustración y el desconcierto de los clientes. Muchos relatan cómo han quedado con tratamientos a medias, habiendo pagado considerables sumas de dinero que ahora ven difícil de recuperar. “Somos un grupo de clientes afectados por el cierre repentino de esta empresa en Córdoba, tanto en el CC La Sierra como en el CC El Arcángel. Entendemos que las trabajadoras de este centro no han sido responsables de este cierre y que ellas también están afectadas al haber leído en la prensa, llevan sin cobrar tres meses”, explican.
En busca de una resolución, los miembros de la plataforma ya han contactado con abogados y están organizando reuniones para decidir los pasos a seguir. La plataforma insta a más afectados a unirse y compartir sus experiencias, con la esperanza de fortalecer su causa colectiva y maximizar la presión sobre la empresa para obtener respuestas y soluciones.