La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha intensificado sus demandas hacia las marcas de automóviles afectadas por el escándalo de los airbags defectuosos de Takata, exigiendo que se indemnice a los conductores por los daños morales y perjuicios ocasionados. Esta exigencia está dirigida principalmente a aquellos propietarios que aún no han podido sustituir el airbag defectuoso en sus vehículos, acción recomendada por marcas como Citroën y DS.
Según OCU, más de cuatro millones de coches vendidos en España entre 1997 y 2018 podrían estar equipados con estos airbags inseguros, lo que representa aproximadamente el 15% de los vehículos en circulación en el país. A pesar de los esfuerzos de las 19 marcas afectadas por notificar a los propietarios, muchas veces no se ha podido contactar a todos los usuarios, sobre todo en casos donde los datos del conductor han cambiado o el coche ha sido vendido.
Entre las marcas implicadas en este fallo de seguridad se encuentran algunas de las más reconocidas en la industria automotriz, como Audi, BMW, Citroën, Dacia, DS, Ford, Honda, Land Rover, Mazda, Mercedes, Nissan, Opel, Renault, Seat, Skoda, Suzuki, Toyota, Volkswagen y Volvo.
OCU ha instado a los propietarios de vehículos fabricados en esos años a ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de sus respectivas marcas para comprobar si su coche está afectado por el problema del airbag. En caso afirmativo, la sustitución debe realizarse de forma gratuita y con la mayor celeridad posible.
Además, OCU exige que, mientras los vehículos estén inmovilizados en el taller para el cambio de airbag, se proporcione un coche de cortesía. Si esto no es posible, la organización solicita que se indemnice a los propietarios con 150 euros por cada día que el coche no pueda ser utilizado.
Han pasado diez años desde que el escándalo de los airbags Takata salió a la luz, cuando se descubrió que ciertos modelos de estos dispositivos podían explotar y proyectar fragmentos del inflador durante una colisión, poniendo en grave peligro la vida de los pasajeros. Sin embargo, las alertas continúan, y OCU exige que las marcas aceleren el proceso de sustitución para evitar más riesgos para los conductores.
Para quienes se vean afectados por este problema, OCU recuerda que tienen derecho a una compensación justa no solo por el riesgo al que han estado expuestos, sino también por el inconveniente de no poder utilizar su vehículo durante el proceso de reparación.
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