Qué ocurre tras la muerte del papa Francisco: así es el protocolo del Vaticano
Con la muerte del papa Francisco se activa un protocolo milenario en el Vaticano. Desde la confirmación oficial hasta el inicio del cónclave, estos son los pasos clave que sigue la Iglesia católica en los próximos días
La muerte del papa Francisco a los 88 años de edad ha puesto en marcha uno de los protocolos más solemnes y rigurosos del mundo religioso: la llamada Sede Vacante. Desde el anuncio oficial del camarlengo hasta la convocatoria del cónclave, la Iglesia católica inicia ahora un periodo extraordinario de transición, con normas estrictas y pasos marcados que buscan garantizar la continuidad del liderazgo espiritual de más de mil millones de fieles.
El papel clave del camarlengo
El guardián de la transición entre dos papados
Tras el fallecimiento del pontífice, el camarlengo —actualmente el cardenal Kevin Joseph Farrel— asume un papel central en la organización de los días posteriores. Su primera tarea consiste en verificar oficialmente la muerte del papa. Aunque en esta ocasión se comunicó mediante un vídeo institucional, la tradición establece que el camarlengo debe llamar tres veces al pontífice por su nombre de pila. Si no hay respuesta, certifica su muerte y se retira el anillo del Pescador, símbolo del poder papal, para ser destruido.
Desde ese momento, el Vaticano entra en Sede Vacante, un periodo en el que el trono de San Pedro queda oficialmente vacío y se suspende la actividad normal de gobierno en la Santa Sede. El camarlengo toma el control administrativo, pero no tiene autoridad para tomar decisiones doctrinales o políticas.
¿Qué ocurre en los próximos días?
Luto oficial, funerales y organización del cónclave
Una vez confirmada la muerte, se decreta un periodo de luto oficial que dura nueve días, conocido como novemdiales. Durante este tiempo, se celebran misas y actos litúrgicos en homenaje al papa fallecido, y se ultiman los detalles de su entierro.
El cuerpo del papa será expuesto en la basílica de San Pedro para que los fieles puedan despedirse. El funeral solemne, que presidirá el cardenal decano, se celebrará en la plaza de San Pedro ante miles de personas y delegaciones internacionales. Posteriormente, Francisco será enterrado en las grutas vaticanas o en un lugar previamente indicado por él mismo.
La preparación del cónclave
Un nuevo papa debe ser elegido en un plazo de 15 a 20 días
La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, reformada por el propio Francisco, establece que el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del papa. Este margen permite que todos los cardenales con derecho a voto —es decir, los menores de 80 años— lleguen a Roma.
El cónclave se celebrará en la Capilla Sixtina, bajo estricto secreto, y solo podrán participar los cardenales electores. Cada día se realizarán hasta cuatro votaciones. La elección del nuevo papa se anunciará al mundo a través de la tradicional “fumata blanca” que saldrá de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina.
¿Qué puede cambiar mientras tanto?
Durante el periodo sin papa, ninguna institución del Vaticano puede promulgar leyes, realizar nombramientos o intervenir en asuntos de gobierno. El objetivo es evitar cualquier decisión sin la autoridad del pontífice.
El camarlengo, en coordinación con tres cardenales asistentes elegidos por sorteo, se encarga únicamente de gestionar los asuntos ordinarios y supervisar el funcionamiento de la Santa Sede hasta que se elija al nuevo papa.
El inicio de una nueva etapa para la Iglesia
Con el fallecimiento de Francisco, la Iglesia católica entra en un nuevo capítulo. El proceso que ahora comienza nombrará a un nuevo pontífice, y preservará la estabilidad espiritual e institucional de la Iglesia. Las próximas semanas estarán marcadas por la reflexión, el luto y la expectativa ante un futuro que, como el propio Francisco demostró, puede traer importantes cambios.