Fallece el papa Francisco a los 88 años
El papa Francisco ha muerto a los 88 años, tras casi doce años de pontificado marcado por la humildad, la lucha contra los abusos y su cercanía a los más vulnerables

El Vaticano ha confirmado esta mañana el fallecimiento del papa Francisco, quien ha muerto a los 88 años en la Casa Santa Marta, su lugar de residencia desde que accedió al pontificado. La noticia fue anunciada por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, a través de un vídeo oficial, en el que precisó que el pontífice murió a las 7:35 horas tras semanas de convalecencia.
Francisco había pasado recientemente 38 días ingresado en el hospital Policlínico Gemelli de Roma, afectado por una bronquitis complicada por una infección polimicrobiana. A esta dolencia se sumó una neumonía bilateral que agravó su estado de salud.
Un pontífice sin precedentes
La elección de Jorge Mario Bergoglio como papa en marzo de 2013 supuso una ruptura histórica. No solo se convirtió en el primer jesuita y el primer latinoamericano en ocupar el trono de San Pedro, sino que su nombramiento se produjo tras la renuncia de Benedicto XVI, algo que no ocurría desde hacía más de 600 años. Durante casi una década, la Iglesia convivió con dos figuras papales: el papa emérito y el pontífice reinante.
Desde el inicio, Francisco optó por un estilo de vida alejado de los lujos del Vaticano. Rechazó vivir en el tradicional Palacio Apostólico y prefirió quedarse en la residencia de Santa Marta, donde falleció. No utilizaba coche oficial y seguía pagando sus propias cuentas, gestos que marcaron su carácter sencillo y cercano.
59 países visitados, muchos con minoría católica
Uno de los grandes ejes de su pontificado fue el diálogo interreligioso y la proyección internacional de la Iglesia. En sus más de diez años como líder de los católicos, Francisco viajó a 59 países, incluidos muchos con comunidades cristianas minoritarias. Entre ellos destacan Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Bangladés y Birmania, lugares donde llevó un mensaje de paz y reconciliación.
Su primer viaje apostólico fue en julio de 2013 a la isla de Lampedusa, símbolo del drama migratorio en el Mediterráneo. Allí rindió homenaje a los miles de migrantes fallecidos en su intento por alcanzar Europa, evidenciando su compromiso con los más vulnerables.
Lucha frontal contra los abusos en la Iglesia
Uno de los pilares de su pontificado fue la lucha decidida contra los abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Francisco convocó una cumbre inédita sobre pederastia en el Vaticano, reuniendo a los máximos representantes eclesiásticos de todo el mundo. De ese encuentro nació el documento Vos estis lux mundi, que establece directrices claras para prevenir, investigar y sancionar estos delitos.
Además, el Vaticano constituyó un equipo de expertos para ayudar a las Iglesias locales a desarrollar protocolos de actuación. El papa impulsó reformas legislativas y obligó a las diócesis a asumir un rol activo en la prevención de abusos.
Celibato, machismo y mujeres en cargos de responsabilidad
Francisco también dejó huella por su voluntad de revisar aspectos estructurales de la Iglesia. Se mostró abierto a debatir el celibato sacerdotal, reconociendo que “a veces el celibato te puede llevar a un machismo”. Esta reflexión formó parte de un discurso más amplio en favor de una Iglesia más inclusiva.
En esta línea, defendió un mayor protagonismo de las mujeres en la estructura vaticana, subrayando la necesidad de que ocupasen puestos de responsabilidad. Bajo su mandato, varias mujeres accedieron por primera vez a cargos clave dentro de la Curia romana.
Un pontificado que deja huella
Francisco no solo será recordado por ser el primer papa latinoamericano, sino por haber dado un giro de timón en el rumbo de la Iglesia. Cercano, reformista y firme ante los abusos, su figura quedará marcada como la de un pontífice que quiso devolver a la Iglesia su vocación de servicio.