Claves del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa propuesto por el Gobierno: "Es imposible llevarlo a cabo"
No le ha quedado más remedio al Ejecutivo de Pedro Sánchez que intentar acelerar la inversión en Defensa para llegar al 2 % del PIB, que es el mínimo que le exigen tanto la Unión Europea como la OTAN. Pero "no será tarea fácil", aseguran a ESTRELLA DIGITAL fuentes relacionadas con el ámbito de la Defensa. Es más, afirman que es "prácticamente imposible realizar la inversión" que ayer, martes 22 de abril, puso sobre la mesa el presidente del Gobierno tras el Consejo de Ministros.
Pedro Sánchez presentó el denominado Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, un ambicioso proyecto que contempla una inversión adicional de 10.471 millones de euros, hasta alcanzar un total de 33.123 millones, con el objetivo de elevar el gasto en Defensa del 1,4 % del PIB en 2024 al 2 % en 2025, pero para ello tendrá que "reasignar partidas presupuestarias", según explicó el propio presidente..
"Estos 10.000 millones de euros adicionales son con cargo a presupuestos nacionales", dijo Sánchez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Pero sin presupuestos, y teniendo en cuenta que las grandes inversiones en programas de armamento no se realizan de un día para otro, es imposible gastarse esos miles de millones de euros en lo que queda de año", consideran las fuentes a las que ha tenido acceso este medio. Y eso, además (y ya lo advirtió la OCDE) "dispararía la deuda pública, algo que no nos podemos permitir", añaden.
Porque, tal y como expuso el presidente a preguntas de los periodistas, habrá que tirar de líneas de crédito. "Hay líneas de crédito que se sustancian y que por tanto serán gasto cuando se ejecuten", dijo tajantemente, sin entrar en más detalles.
"Todas las partidas presupuestares se podrán contabilizar como gasto en Defensa"
El plan del Gobierno, no obstante, será remitido a Bruselas para su evaluación técnica y presupuestaria, puesto que hay unas exigencias por parte de la OTAN para que el gasto se compute como inversión en Defensa. Pero el jefe del Ejecutivo aseguró que "todas las partidas presupuestarias que se han incorporado en este Plan Industrial y tecnológico de la Seguridad y la Defensa cuentan, o vamos a decirlo de otra manera, se inscriben en las métricas OTAN que se contabilizan como gasto en defensa".
Sánchez defendió su plan afirmando que "se trata de una iniciativa estratégica que busca reforzar la seguridad nacional en un contexto geopolítico y tecnológico cambiante, consolidar el papel de España en los principales organismos internacionales y fomentar la innovación industrial en torno a tecnologías de doble uso (militar y civil)".
Cinco pilares para transformar la seguridad y la defensa
La propuesta del Ejecutivo se estructura en cinco grandes pilares de inversión, orientados a mejorar las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas, fortalecer la ciberseguridad, modernizar equipamiento, ampliar el uso dual de los recursos militares y proteger al personal desplegado en misiones internacionales.
Mejora de las condiciones de las Fuerzas Armadas
Este bloque concentrará el 35,45 % de la inversión total y estará destinado a mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, así como su preparación, formación y equipamiento.
Ciberseguridad y telecomunicaciones
Con un 31,16 % del presupuesto, este segundo eje desarrollará nuevas capacidades tecnológicas en ciberdefensa y comunicaciones, reforzando la protección de infraestructuras críticas y las capacidades de respuesta ante amenazas digitales.
Modernización del armamento
Un 18,75 % del total se empleará en la fabricación y adquisición de nuevos equipos de defensa y disuasión, permitiendo a las Fuerzas Armadas incorporar sistemas de última generación.
Refuerzo de capacidades duales
El 16,73 % de la inversión se dedicará a dotar a los cuerpos militares de medios que permitan intervenir en emergencias y catástrofes naturales, ampliando así su papel en la protección civil.
Protección en misiones internacionales
El último pilar, con un 3,14 % de los recursos, estará dirigido a mejorar la seguridad de los casi 3.000 efectivos desplegados en las 16 misiones de paz en el extranjero.
Sin impacto fiscal: financiación equilibrada y sin deuda, según el Gobierno
Según el Gobierno, el plan se financiará sin recurrir a subidas de impuestos ni aumentar el déficit público, algo que ponen en duda las fuentes consultadas por ESTRELLA DIGITAL, "porque es absolutamente imposible no aumentar el déficit público en las circunstancias en las que nos encontramos, sin aprobación de los Presupuestos Generales del Estado".
Desde Moncloa aclara que la mayor parte de los fondos procederán de tres fuentes principales:
- Reorientación de partidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, especialmente en áreas como la ciberseguridad, con más de 1.300 millones de euros.
- Superávit generado por el buen comportamiento de la economía española en 2024, superior a las previsiones oficiales y de organismos internacionales.
- Liberación de partidas presupuestarias de 2023 que ya no son necesarias.
Y además, el Ejecutivo ha solicitado a la Comisión Europea la activación de mecanismos adicionales de financiación, en línea con la estrategia comunitaria de refuerzo de las capacidades de defensa.
Impacto económico y compromiso con la industria nacional
Uno de los objetivos fundamentales del plan es convertir la inversión en un motor de reindustrialización y generación de empleo. El 87 % de los fondos se destinarán a empresas y trabajadores españoles, repartidos en todas las comunidades autónomas, con especial atención a sectores con alto valor añadido y capacidad de innovación.
Según las estimaciones del Gobierno, esta estrategia contribuirá a aumentar el PIB nacional entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales, elevará la inversión en I+D+i estatal en un 18 % y permitirá la creación de más de 36.000 empleos directos y unos 60.000 indirectos, muchos de ellos con niveles de cualificación y remuneración superiores a la media actual.
El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa se presenta, en definitiva, como una hoja de ruta para situar a España como un actor central en la política de defensa europea, alineado con los objetivos de la OTAN y de la Unión Europea. El refuerzo de las capacidades nacionales se plantea no solo como una necesidad estratégica, sino también como una oportunidad para impulsar el tejido productivo y tecnológico del país.