Otro compañero gravemente herido... pero la nuestra no es una profesión de riesgo
"Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.” Edmund Burke, filósofo y político irlandés del siglo XVIII
Esta frase cobra hoy más sentido que nunca cuando un POLICÍA (permitidme las mayúsculas) que se encontraba en su tiempo libre y fuera de servicio acudió a la llamada de su juramento y vocación como policía nacional y trató de evitar un robo.
Dos contra uno, dos hombres contra un policía. La intervención ya partía en desventaja desde su inicio. Pudo irse a casa, pudo pasar de largo, pudo priorizar su seguridad. Pero no lo hizo. Porque hay algo más fuerte que el miedo: el compromiso con servir y proteger, con ser Policía las 24 horas del día.
Podría haberlo hecho y nadie le hubiera reprochado nada. Total, esta misma semana el Gobierno, en el Parlamento Europeo, dijo que a los policías nos “agredían de vez en cuando” y que no “necesitábamos regulación específica”.
Nuestro compañero se encuentra en la UCI, apuñalado en el cuello por ser valiente
Hoy, mientras muchos estamos con nuestras familias y seres queridos, nuestro compañero se encuentra en la UCI (afortunadamente fuera de peligro), apuñalado en el cuello por ser valiente y policía al mismo tiempo.
Las agresiones “de vez en cuando” del 2024: 16.878 atentados a policías y funcionarios encargados de la seguridad. La cifra más alta de los últimos años. Pero, claro, el policía no importa, es sólo un funcionario más al que se pone delante cuando llueven las piedras y detrás cuando llueven las flores.
Las agresiones “de vez en cuando” del 2024: 16.878 atentados a policías y funcionarios encargados de la seguridad
La realidad no sólo nos golpea en la calle, también lo hace desde otros frentes, afirmando que el concepto de profesión de riesgo como tal “no existe”. Nos han negado el derecho hasta en 24 ocasiones en el Congreso.
¿Cuántos compañeros y compañeras más deben jugarse la vida sin que el Estado se digne a reconocer el riesgo real que asumimos? Porque aquí no hablamos de percepciones, hablamos de hechos. Apuñalado. Fuera de servicio. Por intervenir como policía. Por no mirar hacia otro lado.
Me despido teniendo claro que en cualquier batalla y situación, querría estar espalda con espalda con un compañero así
Me despido teniendo claro que en cualquier batalla y situación, querría estar espalda con espalda con un compañero así. Ha demostrado que ser policía es más que un trabajo, es una forma de vida y una responsabilidad, sin horarios y sin excusas, y a veces, SIN GARANTÍAS DE VOLVER A CASA.
Ojalá algún día el Estado esté a la altura de los policías nacionales y guardias civiles que quieren, mientras tanto, que no falten compañeros como él. Recupérate pronto. Un abrazo.