Carlos Alcaraz y Rafa Nadal se han despedido de los Juegos Olímpicos de París tras caer en los cuartos de final del torneo de dobles frente a los estadounidenses Rajeev Ram y Austin Krajicek por un marcador de 6-2 y 6-4 en un partido que duró una hora y 39 minutos.
Los encuentros de estas dos estrellas españolas se habían convertido en uno de los mayores focos mediáticos de los Juegos, comparables solo a la reaparición olímpica de Simone Biles. Las gradas, llenas de aficionados de diversas partes del mundo, evidenciaban el gran interés por ver a sus ídolos en acción.
Un Acontecimiento Inusual en Roland Garros
La organización decidió programar los partidos de ‘Nadalcaraz’ en la Philippe Chatrier, algo inusual para encuentros de dobles, que normalmente solo llegan a la central en la final o en alguna semifinal con jugadores locales o muy famosos. Sin embargo, el dúo español trascendía los límites de los Juegos Olímpicos, convirtiendo cada juego y cada punto en un momento electrizante.
A Contracorriente Desde el Inicio
El partido se complicó desde el inicio con un break de los estadounidenses que desanimó a los españoles, especialmente porque Ram y Krajicek estaban siendo muy sólidos tanto al saque como al resto. Los gritos de «USA» eran recibidos con silbidos por parte de la grada que no quería ver caer a Rafa y Carlitos. Una doble falta de Alcaraz resultó en una segunda rotura, dejando el primer set prácticamente sentenciado (2-5).
La dupla española tuvo una bola de break para reengancharse al primer set, pero se encontraron con un muro, las raquetas estadounidenses que llegaban a todos los rincones de la pista. El 2-6 dolía y obligaba a una remontada épica.
Un Segundo Set Esperanzador, pero Insuficiente
El segundo set comenzó de manera más prometedora para los españoles, con un juego cómodo, pero sin lograr inquietar a sus rivales al resto. Los errores de Alcaraz y Nadal, nerviosos por la situación, facilitaban la labor a Ram y Krajicek. Cada buen punto de la pareja española era recibido con entusiasmo, pero no lograban acercarse a ese ansiado break.
En el séptimo juego, una nueva rotura de los estadounidenses puso las opciones de victoria en peligro. Un polémico punto que la juez de silla vio dentro, pese a las quejas de los españoles, no ayudó a su causa.
Una Última Bala Desperdiciada
El décimo juego fue decisivo, con Krajicek sacando para cerrar el partido. En medio de un ambiente asfixiante, con el estadio completamente encendido, los estadounidenses levantaron tres bolas de break y cerraron el partido con un ace ajustado, siendo justos vencedores.
El viaje de Alcaraz y Nadal en estos Juegos Olímpicos ha sido hermoso, aunque la despedida siempre es dolorosa. Ahora, todas las esperanzas se depositan en Alcaraz, que rara vez falla, para recoger el testigo del gran Rafael Nadal, 16 años después de su oro individual en Pekín 2008.