El madrileño consigue su cuarta victoria en F1 en una carrera en la que salió desde la pole y controló sin problemas desde la vuelta 9. Alonso abandonó en su carrera 400.
Imposible pedir algo más en un Gran Premio de Fórmula 1 si eres Carlos Sainz. Después de dominar ayer en Q3 y salir desde la primera posición, consigue una victoria tras una carrera en la que solo sufrió durante la salida. En esa salida, Verstappen, quien salió mucho mejor, le pasó en la curva 1 y no le dejó espacio, por lo que Sainz tuvo que irse por fuera.
Pronto tuvo que salir el Safety Car después de que Tsunoda se tocase con Albon y soltase peligrosamente una rueda en mitad de la pista. Ese accidente hizo que ambos monoplazas abandonasen y los pilotos se pasasen 7 vueltas tras el coche de seguridad. Pérez, quien no ha tenido un fin de semana demasiado cómodo corriendo en casa, colocó mal el coche en la salida y sufrió una penalización de cinco segundos nada más empezar.
Cuando se reanudó la carrera, Max no pudo aguantar mucho al Ferrari de Carlos, con un ritmo muy superior todo el fin de semana, y en la vuelta 9 Sainz pasó al holandés en la curva 1, esa donde anteriormente no le había dejado espacio. Norris intentó pasarle también en la curva 3 y aquí empezó la batalla. Ambos pilotos, en plena lucha por el mundial, tuvieron sus más y sus menos, estando a punto de tocarse mientras se echaban de la pista uno a otro, que acabó con una sanción de 20 segundos para Verstappen y con Leclerc adelantando a ambos.
Mientras todo esto ocurría, los Mercedes tenían una lucha bastante más limpia, después de que Hamilton adelantase a Russell en la salida, y este se la devolviese tras unas cuantas vueltas.
Fernando Alonso, que salía decimotercero, tuvo que abandonar en la vuelta 16 debido a unos problemas mecánicos. No fue la mejor manera de celebrar su carrera número 400, todo un hito para una de la mayores leyendas de este deporte.
Carlos pudo parar más tarde que sus rivales y lo hizo en la vuelta 33. Gracias al buen ritmo en su primer stint, salió de boxes con ocho segundos de ventaja sobre su compañero de equipo. Ambos estuvieron controlando el ritmo y cuidando los neumáticos, hasta que en la vuelta 48 Norris empezó a apretar por detrás y comenzó a ser una amenaza real. Tanto fue así, que el piloto británico consiguió entrar en zona de DRS, y antes de que pudiera adelantar al monegasco, Leclerc tuvo un error cuando entraba en la recta principal. Milagrosamente no le hizo perder el control del coche pero sí la segunda posición.
Por su parte, Russell tuvo un problema aerodinámico que le hizo perder mucho tiempo, pero eso no evitó que luchase durante infinidad de vueltas por mantener la posición ante su compañero Lewis Hamilton. El siete veces campeón del mundo sufrió más de lo esperado hasta que consiguió adelantarle en la vuelta 66.
Llamaron a boxes los mecánicos de Ferrari a Leclerc en el último giro para que consiguiera el punto extra por la vuelta rápida. Con los puntos de esta carrera, el equipo italiano ha conseguido subir a la segunda posición del Mundial de Constructores, un título que no ganan desde el año 2008.
Verstappen tuvo que conformarse con la sexta posición después de una carrera marcada por esa gran sanción. Con ello, Norris le recorta 10 puntos en el mundial a falta de cuatro Grandes Premios, poniendo la distancia en 47. Veremos si llegamos a Abu Dhabi con el mundial el juego.
Cuatro son las carreras que le quedan a Carlos vestido de rojo, donde ha sido piloto muy constante y dejará un buen sabor de boca, como en todos los equipos en los que ha estado. 19 podios y 4 victorias con el Cavallino Rampante se lleva el piloto madrileño, de momento, tras cuatro temporadas a la sombra de Leclerc en lo que a su equipo se refiere, ni mucho menos en lo deportivo.
Próxima parada Gran Premio de Brasil. Otra oportunidad para Carlos en la que demostrar al equipo italiano que, tal vez, dejarle ir no fue la mejor idea.
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