No es un sueño, no es la IA, es todo cierto. Luka Dončić ha debutado en la madrugada del lunes al martes con la camiseta de púrpura y oro, en el Staples Center, o lo que ahora se conoce como Crypto.com Arena.
Mientras todos los fans de la NBA se siguen preguntando cómo al general manager de los Dallas Mavericks se le pasó por la cabeza hacer este traspaso, Luka ya empieza a enamorar a los aficionados del equipo más mediático del deporte estadounidense.
Lo ha hecho con calma, jugando solo 23 minutos en los que metió 14 puntos, cogió 5 rebotes y repartió 4 asistencias. Porque hay que recordar que el esloveno llevaba sin jugar desde el día de Navidad, cuando tuvo un problema en su gemelo izquierdo. De hecho, este tipo de problemas es lo que llevó a Nico Harrison, el mencionado GM, a traspasar a un talento generacional, un jugador que hace solo unos meses llevó a los Mavs a las Finales de la NBA y estuvo a 3 partidos de volver a traer un anillo a la ciudad de Dallas.
Todo para conseguir a Anthony Davis, un jugador muy dominante, pero con los mismos problemas físicos o incluso mayores, porque AD se lesionó hace un par de días en su debut y estará, como mínimo, un mes fuera. Eso, si no decide operarse y se pierde el resto de la temporada.
Peor no le ha podido salir al equipo de Texas y mejor al de California, que ve como un cuadro formado por Dončić, Reaves y LeBron empieza a asustar a la NBA.
El propio LeBron James le dijo a Luka, en la charla antes del partido, que fuera él mismo, que no tratase de adaptarse. Y es que, cuando tienes un talento tan grande como el del esloveno, las cosas prácticamente salen solas.
No es el único detalle que tuvo El Rey anoche, ya que dejó que Dončić fuera el último en ser anunciado por megafonía, para que recibiera una sonora ovación de su nueva afición.
De momento, LeBron ya tiene sustituto para su trono, Lakers un jugador franquicia para los próximos 10 años, y en Dallas se tiran de los pelos mientras se acostumbran a su nueva realidad.