El Barça no ha podido llevar el sueño europeo, al menos, hasta las semifinales de la Champions. Los azulgranas han caído en el Estadio Olímpico de Montjuïc por 1-4, que se traduce en un 4-6 en la eliminatoria. A punto estuvieron de empatar para forzar la prórroga, pero jugar con uno menos terminó pesando.
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Los de Xavi no salieron precisamente ‘enchufados’ al partido, sino que les costaba generar ocasiones, frente a un PSG que les encerró en su área. Sin embargo, a veces los momentos que cambian el devenir de una eliminatoria, llegan en los momentos más bajos. Y eso fue lo que le pasó al Barça, porque Lamine Yamal se coló dentro del área tras un regate a Nundo Mendes que dejó en bandeja el balón, así que Rapinha solo tuvo que empujarla para hacer el 1-0. Un gol que les daba respiro y una buena ventaja en la eliminatoria.
El gol hizo que los culés se metieran mucho más en el partido, adelantaron las líneas y empezar a jugar al fútbol que saben. Incluso Robert Lewandowski estuvo cerca de hacer el 2-0 que podría haber cambiado el devenir del partido. El PSG no se vino abajo, pero los dos equipos jugaron por primera vez de ‘tú a tú’.
Sin embargo, hacia la media hora de juego, el partido volvió a dar otro giro. Ronald Araujo hizo una falta en el borde del área sobre Barcola, que se iba directo hacia la portería de Ter Stegen. El jugador uruguayo vio la roja directa, se marchó del terreno de juego haciendo el gesto de robar y dejó a su equipo con uno menos. Eso obligó a Xavi a hacer cambios, así que quitó a Yamal y dio entrada a Íñigo Martínez.
Fue lo que le faltaba al Barça para recular y encerrarse atrás. Ni siquiera pudieron mantener la ventaja en el marcador hasta el descanso, porque Dembélé volvió a anotar contra su exequipo para hacer el 1-1. Y la segunda parte empezó casi como la primera. Empezó entonces el vendaval de ocasiones y Vítor Ferreira empató la eliminatoria tras un saque de esquina.
Fue entonces cuando apareció Mbappé, que esta noche debía erigirse como el ‘salvador’ del PSG. Demostrar que es uno de esos jugadores que aparecen para salvar a su equipo cuando más lo necesita, y esta noche de Champions era una de esas. La primera oportunidad llegó cuando Joao Cancelo cometió un penalti sobre Dembéle y Mbappé se encargó de transformarlo. Era el minuto 61 y los franceses habían conseguido ponerse por delante.
El PSG intentó entonces dormir el partido y el Barça ‘solo’ necesitaba un gol más para forzar la prórroga. Oportunidades no faltaron, porque tuvieron dos ocasiones muy serias, primero con Lewandowski y después con Rapinha. Cuando el Barça estaba en uno de sus mejores momentos, llegó el 1-4 por medio de Mbappé tras dos paradones de Ter Stegen.
Y así, sin tiempo para mucho más y sin opciones, se terminó el sueño europeo del Barça en el primer partido que pierden desde que Xavi anunció su marcha a final de la temporada.