El Gobierno de España ha decidido incrementar la emisión neta de la deuda pública a 60.000 millones de euros en 2025 (5.000 millones más que en el último año), en respuesta a su compromiso con la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas por la DANA que azotó a varias regiones del país en el mes de octubre. Un aumento que rompe con la tendencia de descenso en la emisión de nueva deuda desde la pandemia del COVID-19.
“Estamos respondiendo a ese mensaje que ya lanzó desde el primer día el presidente, de que estaremos con los recursos que sean necesarios y, durante el tiempo que sea necesario, al lado de los afectados por la DANA”, anunció el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.
De esta manera, la emisión bruta de deuda alcanzará un máximo histórico de 278.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,4% respecto al 2024. Según Cuerpo, esta cifra implica un aumento significativo del volumen de amortizaciones y de las emisiones netas, reforzando así la capacidad del Tesoro para adaptarse a cualquier escenario imprevisto. “Nos dotamos de la flexibilidad suficiente para dar respuesta a las necesidades de reconstrucción tras la DANA”, subrayó el ministro.
En este sentido, a pesar de las consecuencias económicas ocasionadas por el temporal, el Gobierno anunció que seguirá trabajando para alcanzar los objetivos planteados en el Plan Fiscal Estructural enviado a la Comisión Europea. Una hoja de ruta que contempla la reducción progresiva del déficit hasta alcanzar el 2,5% en 2025, así como la disminución de la deuda pública al 101,4% del PIB.
No obstante, Bruselas aseguran que se tendrá en cuenta el impacto de la catástrofe a la hora de evaluar el proceso de consolidación fiscal de España, proporcionando un margen adicional al Ejecutivo, que pretende aprovechar la elevada vida media de la deuda española, situada en torno a los ocho años, para desarrollar una estrategia fundamentada en un “crecimiento sólido y una política financiera prudente”.
“Lo que hacemos es reforzar la resiliencia de nuestra cartera de deuda y reforzar la sostenibilidad de la deuda pública española”, afirmó Cuerpo, destacando que hasta la fecha el Ejecutivo ha desembolsado un total de 1.162 millones de euros en ayudas para las zonas afectadas, principalmente a través del Consorcio de Compensación de Seguros.
El ministro @carlos_cuerpo ha presentado la estrategia de financiación del Tesoro para 2025, que se basa en el crecimiento equilibrado y buena gestión financiera.
— La Moncloa (@desdelamoncloa) January 7, 2025
Una estrategia que se dota de flexibilidad para responder a las necesidades extraordinarias derivadas de la DANA. pic.twitter.com/Bs7rdPe3Ep
Bonos verdes y diversificación de la base inversora
Por otra parte, el ministro de Economía señaló que la sostenibilidad seguirá ocupando un lugar destacado en la estrategia del Tesoro para 2025, a través de la emisión de bonos verdes que permitan diversificar las fuentes de financiación y reforzar el compromiso de España con las finanzas sostenibles.
Asimismo, para 2025, el Tesoro tiene previstas 48 subastas ordinarias de letras, bonos y obligaciones del Estado, además de los desembolsos adicionales vinculados al Plan de Recuperación, que incluyen transferencias y préstamos destinados a financiar la modernización empresarial y a impulsar el crecimiento económico a largo plazo.
Estas iniciativas reflejan la intención del Gobierno de seguir consolidando la confianza de los inversores extranjeros, cuya participación en la deuda pública española en 2024 incrementó hasta alcanzar el 44,1% de la tenencia. Un respaldo proveniente del mercado internacional que permitió cerrar el último ejercicio con una reducción de la prima de riesgo a menos de 70 puntos básicos.
Bajo este contexto, el Gobierno encara el 2025 con una estrategia financiera ambiciosa que pretende equilibrar la prioridad inmediata de recuperación de las zonas afectadas por la DANA, con los objetivos preexistentes de sostenibilidad fiscal y estabilidad económica a largo plazo.