La ilusión de que el COVID-19 se estaba convirtiendo en un recuerdo lejano ha sido desafiada por la aparición de una nueva subvariante: Eris, también denominada EG.5. Mientras el mundo alzaba la mirada hacia un futuro post-pandémico, la reciente aparición de este patógeno nos recuerda la persistente amenaza que el covid sigue representando en nuestras vidas.
La OMS ha identificado a Eris, que es un derivado de la variante Ómicron, y la ha etiquetado como «variante de interés». Desde finales de julio, ha ganado terreno en América del Norte, Europa y partes de Asia, evidenciando su potente capacidad de propagación.
Contagios con la variante Eris en España
España, en particular, ha experimentado un resurgimiento de casos, con la Comunidad de Madrid notificando un incremento del 19,6% en los casos de COVID-19 entre los mayores de 60 años, solo en la semana del 7 al 13 de agosto.
Los expertos de la OMS instan a una intensificación de la vigilancia global, dada la evasión inmunitaria de Eris y el potencial que tiene para dominar el escenario pandémico en muchos países.
Si bien la variante Eris se transmite con mayor facilidad, se ha determinado que los efectos sobre la salud no son más severos que los de otras variantes de Ómicron. Las personas afectadas informan síntomas como dolor de garganta, congestión, estornudos, tos, dolores de cabeza, voz ronca, dolores musculares y trastornos del olfato. Es relevante señalar que, a diferencia de otras variantes, Eris no suele causar fiebre ni dificultades respiratorias en quienes se infectan.
Síntomas de la variante Eris
Los síntomas de la variante Eris del coronavirus son:
- Dolor de garganta.
- Congestión.
- Estornudos.
- Tos.
- Dolor de cabeza.
- Voz ronca.
- Dolores musculares.
- Pérdida de olfato o comprensión del mismo.
Además, es importante resaltar que, a diferencia de otras variantes, Eris no suele causar fiebre ni dificultades respiratorias en quienes se infectan.
El mundo sigue adaptándose a las complejidades del COVID-19, y la aparición de Eris subraya la necesidad de mantener la precaución y continuar con las estrategias de salud pública a nivel mundial.
Es de esperar (¿o es demasiado esperar?) que el Gobierno nos tenga informados correctamente de este tema. Y mira, más que al gobierno central que anda perdido en otros temas de inaceptables pactos de investidura, prefiero pedirle al gobierno de Isabel Díaz Ayuso esa información y toma de medidas, que siempre ha sido más efectiva que las normas gubernamentales. Presidenta, por favor, ténganos informados.