Andalucía vuelve a verse sometida a una ola de calor que no sólo hace que sigan subiendo las temperaturas, sino que también está teniendo efectos nefastos en la economía de la agricultura y la ganadería, principales motores de la comunidad autónoma (la agricultura supone el 25% de todo el PIB de Andalucía). Por si fuera poco, los golpes de calor están provocando muchos fallecimientos en España y sobre todo en Andalucía, con temperaturas superando los 42 grados centígrados. Mientras tanto, aún no hay entendimiento entre el Gobierno (ahora en funciones) y la Junta de Andalucía.
Cinco de las ocho provincias andaluzas se encuentran en estos momentos en alerta naranja por la ola de calor que se avecina a partir de este domingo 20 de agosto. Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla se preparan para otro incremento de las temperaturas como el que ya se vivió a mediados y finales de julio – eso sí, entre ola y ola sí que se han vivido jornadas con un clima relativamente suave para lo que es el verano andaluz. Granada, por su parte, también entra en alerta amarilla por la subida de las temperaturas. El récord se lo lleva la localidad gaditana de Jimena de la Frontera con 42,4 grados.
Esta alerta naranja prosigue en las provincias citadas y se espera que la situación prosiga de esta manera en las próximas semanas con el consumo de agua requerido para paliar el calor. Si bien el sur de España siempre ha sido caluroso (teniendo de hecho en Almería el único desierto de toda Europa), estos cinco años de sequía están siendo terribles para el crecimiento económico, resintiéndose en más de un 2% solo en este 2023.
La tensa situación en Doñana
La situación es preocupante en uno de los focos de la política andaluza en la actualidad: Doñana. En fechas recientes se ha publicado el informe del estado de los acuíferos de Doñana de referente a los años 2021-2022, estando disponible en este enlace. En este se evidencia el agravamiento que está teniendo la sequía y las altas temperaturas sobre las reservas de agua de los acuíferos, relacionados con la proposición de ley de regadíos que PP y Vox han tratado de impulsar pese a la contra del resto de partidos, la comunidad científica internacional e incluso la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea.
«El actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en zonas del acuífero detrítico compromete su buen estado y el de los ecosistemas terrestres independientes, lo que se evidencia en que tres de las cinco MASb integrantes del sistema acuífero no alcanzan el buen estado cuantitativo. Esto obliga a la administración hidráulica a tomar una serie de medidas para asegurar el no deterioro, así como a realizar todas las acciones posibles para revertir este mal estado con vistas al horizonte de 2027. También es urgente que por parte de la autoridad competente se tomen medidas para mantener los niveles de nitratos dentro de los niveles marcados por la normativa.»
«Para ello, la CHG declaró el 16 de julio de 2020 en Junta de Gobierno declarar en mal estado tres MASb (Almonte, Marismas y La Rocina) y en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo y tampoco el químico en el caso de La Rocina, según las previsiones del artículo 56 del TRLA, haciéndose efectiva esta declaración tras su publicación en el BOE del 20 de agosto de 2020.
Asimismo, el Plan Hidrológico del tercer ciclo, publicado por RD 35/2023 del 24 de enero incluye un conjunto de medidas para la mejora del estado de las aguas subterráneas de Doñana, basadas en la denominada «Alternativa 2″ descrita en la ficha número 11 del Esquema de Temas Importantes y presentada ante el Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana el 9 de julio de 2021.»
El mismo informe se postula en contra de la proposición de ley de regadíos con la siguiente cita: «Incremento cero de la superficie susceptible de obtener concesión. Aplicación rigurosa de la legalidad: cierre de captaciones ilegales. Eliminación de regadíos no legalizables.» También pide una gobernanza fuerte en lo que respecta a los CUAS (Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas) como interlocutores de la administración y recarga artificial en aquellas zonas donde esa viable.
Diferencias entre Junta de Andalucía y Gobierno central
Meses atrás, la Junta de Andalucía ya anunció la puesta en marcha del plan SOS (Soluciones y Obras frente a la Sequía) con un coste de ejecución superior a los 4.000 millones de euros en obras hidráulicas. Un plan que ha sido criticado por la oposición en Andalucía al no haberse desgranado con exactitud en qué van a consistir esas obras o la justificación de tal presupuesto.
Por un lado, la Junta de Andalucía liderada por Juanma Moreno considera que el Gobierno central (en funciones desde finales del pasado mes de mayo) no ha hecho sus obras para combatir la sequía y evitar que el PIB de Andalucía se siga resintiendo (además de aquellas personas víctimas de olas de calor). En cambio, el Gobierno recuerda algunas de las obras acometidas por ellos, algunas de ellas de urgencias dado que las han asumido pese a que, a priori, eran competencia de la Junta de Andalucía y no del Gobierno.
El consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Administración de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, considera que lo importante es que se consiga una colaboración entre todos los Gobiernos, crear una sinergia con la cual Gobierno, Junta de Andalucía e incluso Unión Europea trabajen para confrontar esta situación adversa. Con el Gobierno se refieren a ‘quien gobierne’ estando aún por resolverse la cuestión de la investidura de Pedro Sánchez o la de Alberto Núñez-Feijóo, candidato del Partido Popular que ganó las pasadas elecciones generales del 23 de julio.
El propio presidente andaluz Juanma Moreno escribió hace más de un mes una misiva dirigida a Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, con el fin de reunirse y tratar de buscar juntos soluciones hídricas. Moreno, quien además de presidente de la Junta de Andalucía es vicepresidente del comité de regiones, pretende conseguir nuevos fondos que permitan subvencionar esas obras necesarias, como la creación de desaladoras o redirigir fondos ya existentes para fines concretos.
La cuestión de la sequía y la gestión de la misma son los temas que han sonado durante todo el año y parece que seguirán sonando en el Parlamento de Andalucía. Sobre todo por parte del líder de la oposición, el secretario general del PSOE Juan Espadas, denunciando la nefasta o nula gestión que está llevando a cabo Moreno. Espadas ha participado en actos como la cumbre contra el cambio climático celebrada este año en Sevilla en la que coincidió con el ex presidente del Gobierno y también socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
No sólo se trata de Doñana, su Corona Norte, sus agricultores, sus ganaderos y el PIB del pueblo andaluz. También están aquellos pueblos que sufren cortes de agua, sobre todo en las zonas ubicadas más al interior, alejándose de la costa. Un caso es el de la Sierra Morena en Córdoba, donde algunos pueblos o sufren cortes de suministros o el agua sale mezclada con impurezas de todo tipo, reduciendo la calidad de vida de los vecinos.
Un entendimiento político y una colaboración entre instituciones para que se mueva Andalucía hacia delante es clave – algo difícil de creer en un estado de bloqueo político como el que sufre ahora el país, con el bipartidismo extremo en un empate que sólo aquellos partidos regionales e independentistas, los que menos muestran preocuparse por España o por Andalucía, parecen poder deshacer.