Las elecciones del 23 de julio han dejado un panorama incierto para la designación del próximo presidente del Gobierno. Tras reunirse con representantes de diversos partidos, Felipe VI concluye este martes la ronda de consultas con dos principales aspirantes: Pedro Sánchez del PSOE y Alberto Núñez Feijóo del PP.
Feijóo, quien resultó ganador en los comicios, se ha enfrentado a complicaciones en la alianza con Vox, especialmente después de la decisión del PP de no permitir a Vox acceder a la Mesa del Congreso. A pesar de las complicaciones, Feijóo cuenta con un respaldo inicial de 172 votos, aunque la investidura requiere al menos 176.
Por otro lado, Pedro Sánchez asegura ser la única opción viable para consolidar una mayoría. Aunque inicialmente su partido obtuvo 178 votos para la Presidencia del Congreso, actualmente solo cuenta con el apoyo firme de dos partidos que forman parte del Ejecutivo.
El partido de extrema derecha, Vox, liderado por Santiago Abascal, ha generado tensiones en las negociaciones tras el desacuerdo con el PP. Sin embargo, su postura es crucial ya que posee 33 escaños. Inicialmente, Vox brindó su respaldo a Feijóo, pero las recientes decisiones del PP han alejado esa posibilidad.
Por su parte, el PSOE pide calma. El partido asegura que no tiene prisa y que está dispuesto a esperar. Margarita Robles, ministra de Defensa en funciones, señala que Sánchez está dispuesto a presentarse a la investidura, pero no antes de ver los movimientos de Feijóo.
Este panorama podría llevar a una repetición electoral si no se logra una investidura exitosa. Feijóo, en tanto, reivindica su posición como el candidato más votado y se espera que este sea su principal argumento ante el rey.
Otros partidos como UPN, Coalición Canaria, PNV y Sumar ya han hecho sus apuestas. UPN y Coalición Canaria se han inclinado por Feijóo, mientras que el PNV ha aclarado que no apoyará ninguna coalición donde Vox sea esencial. Sumar, liderado por Yolanda Díaz, ve una posible reedición del pacto de la Mesa del Congreso, aunque depende de complicadas negociaciones con los partidos independentistas.
Este escenario pone en relieve la diversidad y fragmentación del panorama político actual en España, donde las alianzas son esenciales para formar un gobierno. La decisión del rey y las negociaciones subsiguientes serán decisivas para el futuro del país.