La propuesta de cambio en la estructura del examen de selectividad, oficialmente conocida como Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), ha sido postergada por el Gobierno hasta el 2025. Según fuentes internas del Ministerio de Educación, esta decisión se tomó tras una serie de consideraciones legales y para mantener la estabilidad del sistema educativo, ya que el ciclo escolar está a punto de comenzar.
Las restricciones legales indican que un Gobierno en funciones no puede emitir nuevos decretos a menos que haya razones de «extrema urgencia». Esta decisión responde, además, a las peticiones de un período de gracia realizadas por autoridades universitarias, con el fin de reducir la incertidumbre para docentes, estudiantes y sus familias.
A pesar de que la Crue Universidades Españolas (anteriormente conocido como Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) había solicitado previamente este aplazamiento, inicialmente no se les había dado respuesta. Ahora, esta petición ha sido atendida y compartida con comunidades autónomas y rectores universitarios en una reunión telemática.
La reforma de la EBAU tiene sus raíces en la reciente reforma educativa de 2021, conocida como Lomloe o ley Celáa. Esta ley no solo altera los contenidos de estudio, sino también la forma en que se evalúan, buscando un enfoque más práctico y menos basado en la memorización.
Dentro de los cambios propuestos en la EBAU, se contemplaba eliminar la prueba de madurez y las preguntas tipo test, ampliando el tiempo de examen de 90 a 105 minutos. Otro cambio significativo sería que los estudiantes podrían optar por examinarse de Historia de España o Historia de la Filosofía y, en ciertas comunidades, se agregaría un examen adicional en su lengua oficial.
Para entender mejor las implicaciones de esta reforma, el Ministerio realizó un ensayo en varios centros educativos en marzo, aunque algunas comunidades dirigidas por el Partido Popular, junto con Aragón y el País Vasco, no participaron. La prueba piloto buscaba reflejar situaciones cotidianas, alejándose de preguntas puramente memorísticas.
Es relevante mencionar que aunque la implementación completa de la nueva estructura del examen estaba programada para junio de 2028, tras el anuncio de este jueves, el siguiente Gobierno deberá determinar si se realizan ajustes a la propuesta original.