El escenario político en España se ha tensado tras las declaraciones de Oriol Junqueras, líder de ERC, quien ha reafirmado que en el acuerdo realizado con el PSOE en agosto, con motivo de la conformación de la Mesa del Congreso, el PSOE prometió avanzar hacia una ley de amnistía. Según Junqueras, este acuerdo «busca concluir con la represión a través de todas las herramientas legales», siendo la amnistía la vía más conveniente.
Desde la sede de Esquerra, Junqueras detalló: “La amnistía es evidentemente una de las vías legales que el PSOE acordó explorar a cambio de la formación de la Mesa del Congreso». Así, confirma que ERC enfocará sus esfuerzos en otras condiciones negociadoras, en especial, el derecho a la autodeterminación, que Junqueras menciona que “no se abandonará y será defendido en las conversaciones políticas».
Paralelamente, Esquerra ha manifestado su interés en obtener “garantías concretas en áreas que concernían a la mayoría de Cataluña», especialmente en temas relacionados con la financiación de la Generalitat y la transferencia de competencias en Cercanías y Media Distancia.
El líder de ERC recordó el sexto aniversario del 20-S de 2017, un día marcado por la intervención policial en la consellería de Economía con el objetivo de prevenir el referéndum del 1-O. Junqueras destacó la resiliencia del movimiento, afirmando que «a pesar de la represión que empezó ese día, la lucha persiste».
Sin embargo, la respuesta desde el gobierno ha sido de desmentido. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, desde Nueva York, refutó la versión de Junqueras afirmando que «los acuerdos son transparentes». Esta postura fue respaldada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Montero, en Bruselas, hizo hincapié en la necesidad de mantener las conversaciones en privado y transmitir acuerdos cuando se concreten. Además, recalcó la importancia de mantener el diálogo «en el marco de la Constitución».
Mientras tanto, Pedro Sánchez se mantuvo firme en su decisión de no proceder a nuevas elecciones y prometió abordar el tema de la amnistía en el momento oportuno, reiterando que el debate siempre respetará la estructura constitucional.
La política española se encuentra en un momento de tensiones y expectativas, y el tema de la amnistía se ha convertido en uno de los principales puntos de discusión y negociación entre las fuerzas políticas. La próxima semana, con la posible investidura fallida del candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se espera que se aclaren más las posiciones de los distintos partidos y se defina el rumbo que tomará esta controversial propuesta.
Todo el asunto de la investidura se esta presentando desde un relato falso, como si Pedro Sanchez «tuviese el derecho» a ser propuesto como candidato.
Tal cosa no existe y el Rey puede proponer a cualquier españaol mayor de edad, no inhabilitado ni privado del derecho de sufragio activo y pasivo. Nada más: No se exige si ser diputado ni haberse presentado a las elecciones ( lo de «candidato a presidente de gobierno» es un invento de las campañas electorales sin fundamento alguno en un sistema estrictamente parlamentarista como el español).
El Rey puede para el golpe ( aunque se juega la corona) sin mas que proponer otro candidato «tecnico» «independiente» «no adscrito» sin que eso suponga salirse un milimetro de su potestad constitucional…
Y, cuando escribo de esto, recuerdo al Mariscal Hindenburg y la ciada del régimen de Weimar…