En una comparecencia ante los medios tras la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reafirmado su compromiso con la inclusión de todos los independentistas en la propuesta de ley de amnistía «porque no son terroristas», se encuentran amparados por esta medida. Sánchez ha hecho un llamamiento a Junts para que la «clave» del entendimiento sea «mantener la templanza», en un momento donde las tensiones políticas amenazan con estancar el progreso de la legislación.
La iniciativa, que busca eximir de responsabilidad a los implicados en el movimiento independentista catalán, enfrentó un revés en el Congreso al no obtener la aprobación necesaria, principalmente debido al rechazo de Junts, que exige modificaciones para asegurar una «amnistía integral» y «sin exclusiones». El presidente ha subrayado que la propuesta legislativa cuenta con un apoyo significativo en la cámara, reiterando su posición de no ceder ante demandas adicionales que podrían comprometer el espíritu de la ley.
Sánchez destaca la naturaleza «valiente, reparadora y constitucional» de la ley, fruto de un proceso de negociación donde todas las partes han tenido que hacer concesiones. Insiste en que mantener la calma y la firmeza es esencial para alcanzar un acuerdo que cumpla con los objetivos establecidos, enfatizando el trabajo realizado para presentar un texto que respete la constitucionalidad vigente.
Además, el presidente ha defendido la ley de amnistía como un elemento crucial para cerrar un capítulo de «crisis constitucional» y «trauma colectivo» que ha marcado a España durante más de cinco años. Recordó las medidas previas tomadas por su gobierno, como los indultos a los líderes del ‘procés’, que aunque en su momento fueron criticados, hoy son vistos como pasos importantes hacia la resolución del conflicto.
En el contexto de un posible riesgo para la legislatura actual, Sánchez ha recordado los desafíos enfrentados durante su mandato, incluyendo la pandemia y la crisis inflacionista, posicionando a su gobierno como el único capaz de manejar la complejidad de la situación actual. Criticó a la oposición por su falta de propuestas alternativas, más allá de medidas extremas como la ilegalización de partidos o el encarcelamiento de independentistas.
Las declaraciones de Sánchez han provocado reacciones, como la de Feijóo, quien le recordó que no es prerrogativa del presidente del Gobierno asignar o retirar etiquetas de «terroristas», un rol que corresponde a la Justicia.