Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados y expresidenta de Baleares, ha respondido este martes a las acusaciones del Partido Popular, que busca involucrarla en la trama del ‘caso Koldo’. En una comparecencia pública, Armengol se ha defendido de los ataques y ha rechazado dimitir porque nadie de su gobierno está involucrado en la trama de corrupción ni está en el sumario. Además, avisa a los populares de que «en política no todo vale».
La Fiscalía Europea, en el marco del ‘caso Koldo’, anunció el pasado lunes la investigación por la compra de mascarillas de los gobiernos de Canarias y Baleares cuando estaban bajo mandatos socialistas. En concreto, el ejecutivo balear compró 1.480.600 mascarillas FFP2 a la empresa Soluciones de Gestión y Ayuda a Empresas SL en 2020. Tras recibirlas, se dieron cuenta de que la calidad era inferior a lo prometido y pidieron un análisis al Centro Nacional de Medios de Protección, que confirmó en junio que las mascarillas recibidas no eran FFP2.
Sin embargo, esperó tres años —hasta marzo de 2023— para iniciar los trámites para reclamar la devolución de los 2,6 millones de euros de la compra de mascarillas. La reclamación se formalizó en julio de 2023, justo antes de la entrada del Partido Popular en el gobierno.
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Por eso, Armengol se ha visto obligada a dar explicaciones este martes y aunque el PSOE lo ha dado por válido, hay muchas preguntas que todavía han quedado en el aire. «La responsabilidad está en manos del actual gobierno del PP, que tiene que explicar qué ha pasado con el expediente. Y en el sumario quien aparece es quien aparece. Ni yo ni nadie de mi gobierno aparece en el sumario ni está siendo investigado. Le pido al PP responsabilidad y que esté a la altura de las circunstancias», ha argumentado en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, la que fuera presidenta del govern de Baleares no ha aclarado con qué persona del Ministerio de Transportes contactó su ejecutivo para la compra de las mascarillas, pese a que no han faltado preguntas por parte de la prensa. Y tampoco ha informado por qué tardaron tres años en reclamar una compra que estaba por debajo de los estándares de calidad acordados, a lo que ha argumentado que la reclamación se hizo dentro de los plazos establecidos: «La administración es más lenta de lo que yo quisiera».
«Nos llegaban nombres de empresas de diferentes sitios. Se enviaban todos los nombres al Servicio de Salud, que se ponía en contacto con las empresas. Ni a mi ni a mi gobierno nadie nos presionó ni nos dio ninguna orden de que contratáramos con esa empresa, ni tampoco luego para que no reclamáramos el dinero. Jamás he dado ninguna instrucción a nadie para que contraten a una empresa o a otra. Porque yo no soy de esas», ha argumentado, en respuesta a los contactos del gobierno balear con el Ministerio de Transportes.
Armengol ha concluido su defensa asegurando que no piensa dimitir ni tampoco va a permitir que el Partido Popular ponga su nombre en una trama de la que no forma parte. «El PP ha roto todas las líneas rojas. No dejaré que mancillen mi nombre ni la gestión de mi gobierno con la sombra de la corrupción. Es sorprendente que quien me pide la dimisión es quien sale en el sumario. Mi Gobierno sería, en cualquier caso, víctima. Jamás colaborador o cómplice», ha señalado para cerrar.