La Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a nueve años de prisión a los cuatro acusados de retener, agredir y robar al fundador de Tuenti, Zaryn Dentzel, tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, que ha rebajado su petición inicial de 20 años de prisión para cada uno por el asalto al empresario sucedido en noviembre de 2021.
Los ahora cuatro condenados venían acusados por cuatro delitos: secuestro, pertenencia a grupo criminal, robo con violencia e intimidación y uso de armas y estafa. Tras la conformidad, el Ministerio Público modificó el delito de secuestro por detención ilegal y eliminó el de estafa de su calificación definitiva elevada al tribunal.
Los tres hombres y la mujer han sido finalmente condenados a dos años de prisión por el delito de pertenencia a grupo criminal, cuatro por el de detención ilegal y tres por el de robo con violencia e intimidación y uso de armas.
Los hechos ocurrieron el 2 de noviembre de 2021, cuando las cuatro personas asaltaron la vivienda del empresario californiano, a quien maniataron, golpearon y sustrajeron varios objetos de valor como relojes de lujo, aunque lo que pretendían era robarle 25 millones de euros en monedas virtuales. Finalmente, no lograron este objetivo y sólo se llevaron varios objetos del empresario americano y sacaron 2.000 euros con sus tarjetas.
La víctima denunció los hechos en cuanto pudo liberarse, y no fue hasta un año después, en octubre de 2022, cuando la Policía informó de la detención de los cuatro presuntos autores, que entraron en prisión provisional.
‘Un plan preconcebido’
La Fiscalía ha sostenido que los condenados idearon «un plan preconcebido» y el 2 de noviembre de 2021 por la mañana mandaron al empresario varios mensajes al móvil en los que fingían ser amiga de una amiga suya para lograr concretar una cita con él y entrar en su vivienda. Acto seguido, las 15.30 horas de ese día, los cuatro acudieron al domicilio del perjudicado.
La mujer fingió ser la conocida que esperaba mientras el resto se escondía y así abrió la puerta, momento en el que irrumpieron en la casa con cuchillos, botes de espray de pimienta, dos pistolas Táser y grilletes metálicos. Se abalanzaron sobre él, echándole el spray irritante en los ojos, tapándole la cabeza con una capucha y poniéndole unas esposas.
Así le taparon la cara, le tiraron al suelo, le golpearon y le amenazaron con la intención de obtener sus claves del monedero digital. Al no conseguirlo, porque se necesita a otra persona para ese proceso, abrieron la caja fuerte, se apoderaron de relojes y de dos tarjetas de crédito, con las que sacaron 2.000 euros. Además, también golpearon y amenazaron a un técnico que estaba arreglando la calefacción en el piso, hasta que decidieron irse de la vivienda sobe las 19.10 horas.
Al derivarse de un acto de conformidad entre las partes, esta resolución ha alcanzado firmeza y contra ella no cabe la interposición de recurso alguno.