El nombramiento de Perelló se produjo después de cinco intensas reuniones entre los 20 vocales del CGPJ, divididos en igual número entre progresistas y conservadores. Tras varias votaciones fallidas y una lista inicial de siete candidatos, el Pleno del CGPJ finalmente optó por Perelló, imponiéndose a la también candidata Ana Ferrer. Esta última votación resultó en 16 votos a favor de Perelló, frente a los 4 de Ferrer, consolidando así el liderazgo de la magistrada de Sabadell.
Los vocales del CGPJ amplían la lista de candidatos para desbloquear la elección del presidente
Un perfil discreto pero de gran experiencia
Isabel Perelló ha mantenido un perfil bajo a lo largo de sus 15 años en el Tribunal Supremo, donde ingresó en 2009. Su trayectoria profesional abarca desde juzgados de primera instancia en Mahón hasta la Audiencia Provincial de Barcelona, y ha ocupado puestos en los Tribunales Superiores de Justicia de Cataluña y Andalucía. Además, ha formado parte de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, manejando recursos de organismos reguladores como la CNMV, la CNMC y el Banco de España.
Perelló fue letrada del Tribunal Constitucional entre 1993 y 2003 y ya había sido propuesta anteriormente como candidata para el Tribunal Constitucional (TC) por el bloque progresista del CGPJ, aunque no fue seleccionada en esa ocasión. Su relación cercana con la magistrada y actual ministra de Defensa, Margarita Robles, y su habilidad para tender puentes entre los dos bloques ideológicos del CGPJ, fueron factores clave para su elección.
Un hito en la historia judicial española
Con esta elección, Isabel Perelló no solo se convierte en la primera mujer en presidir el TS y el CGPJ, sino que también lidera la institución en un momento de gran polarización y desafíos internos. Su nombramiento llega justo a tiempo para la apertura del nuevo año judicial, que tendrá lugar este jueves, marcando el inicio de un nuevo ciclo para la Justicia en España, que no había contado con un CGPJ renovado en los últimos seis años.
Perelló es vista como una magistrada «inteligente e independiente», capaz de manejar los retos que implica su nueva posición con empatía y discreción, según destacan fuentes cercanas al alto tribunal. Su elección ha sido bien recibida, tanto por su técnica jurídica como por su capacidad para fomentar el diálogo en un entorno marcado por la polarización.
Este nuevo liderazgo representa un cambio significativo en el Poder Judicial español, con la expectativa de que Perelló pueda abordar los desafíos pendientes y guiar al CGPJ y al Tribunal Supremo hacia una nueva etapa de estabilidad y renovación.