La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha presentado un nuevo informe en el que acusa al empresario Víctor de Aldama de ser el «nexo corruptor» que conectaba de manera premeditada y con intenciones espurias a la administración estatal con las sociedades bajo su control. El documento, entregado al juez que instruye el ‘caso Koldo’, revela cómo dichas sociedades eran utilizadas tanto para generar beneficios económicos como para efectuar pagos ilícitos que aseguraban la complicidad de empleados públicos.
Un informe revelador y contundente
El informe, de 87 páginas, al que ha tenido acceso Europa Press, expone la estructura corrupta dirigida por De Aldama, quien no solo obtenía ventajas económicas a través de su penetración en el Ministerio de Transportes, sino que también utilizaba sus empresas para garantizar la colaboración de funcionarios mediante sobornos o dádivas. La UCO subraya que este mecanismo estaba diseñado para infiltrar la organización criminal en las Fuerzas de Seguridad del Estado.
El papel del agente Rubén Villalba
Entre los implicados, destaca la figura de Rubén Villalba, un agente de la Guardia Civil destinado en Venezuela, quien fue arrestado en relación con este caso. Según la investigación, Villalba habría recibido una compensación económica cuya finalidad era garantizar tanto la seguridad interna como la seguridad externa de la organización. En el primer caso, protegiendo las comunicaciones y la seguridad personal de los miembros del grupo, y en el segundo, cubriendo los actos de corrupción que facilitaban la operativa delictiva.
Conclusiones de la UCO
El informe es claro al evidenciar el poder y control que De Aldama ejercía sobre la red corrupta, infiltrando estructuras criminales en los niveles más altos de la administración estatal. La investigación continúa, y la UCO considera que este caso representa un claro ejemplo de cómo las relaciones entre el sector privado y público pueden ser explotadas para fines delictivos a través de sobornos y corrupción sistemática.