El fiscal anticorrupción Tomás Herranz ha afirmado este miércoles en la Audiencia Nacional que la actriz Ana Duato, para quien se solicitan 16 años de cárcel, utilizó los servicios del despacho Nummaria con la intención de ocultar sus verdaderos ingresos y, de esta manera, defraudar a Hacienda.
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Estrategia de fraude a Hacienda
Durante los informes finales del juicio, Herranz aseguró que desde el primer momento en que Duato acudió al despacho del principal acusado, Fernando Peña, su objetivo era no declarar correctamente sus ingresos. El fiscal destacó que hasta 2006 la actriz cumplía con sus obligaciones fiscales, declarando y tributando correctamente un 43% de sus ingresos —cerca de 400.000 euros—, pero tras acudir a Nummaria, comenzó a pagar solo el 25% de lo que debía. «¿Cómo puede ser? No se entiende salvo por un diseño de fraude«, subrayó el fiscal.
Cesión ficticia de derechos de imagen
Según Herranz, la conducta de Ana Duato se caracteriza por una clara intención de enriquecerse injustamente al simular una cesión de derechos de imagen que, según la acusación, era completamente ficticia. Esta operación habría sido parte de una estrategia para reducir artificialmente la deuda tributaria de la actriz, incumpliendo expresamente la normativa fiscal.
El papel de Fernando Peña y Nummaria
El fiscal también señaló que Fernando Peña, propietario de Nummaria, era quien diseñaba y controlaba el esquema de fraude al que recurrieron varios de sus clientes, incluido Duato. «Cuando los clientes acudían a su despacho, no lo hacían para informarse sobre sus obligaciones fiscales, sino para que les enseñaran cómo eludir el pago de impuestos«, comentó Herranz.
En el caso concreto de Nummaria, la fiscalía ha revelado que Peña implementaba una estructura fraudulenta basada en la creación de una comunidad de bienes, en la que participaba una Agrupación Europea de Interés Económico (AEIE), que a su vez estaba vinculada a una sociedad limited del Reino Unido. Esta sociedad estaba constituida por empresas costarricenses que el despacho utilizaba para otros clientes bajo el mismo esquema fraudulento.
Acusación de esquema sistemático
Finalmente, el fiscal destacó que todas las operaciones realizadas por el despacho Nummaria, desde el cruce de facturas hasta la coordinación de modelos 347, tenían el único objetivo de defraudar a Hacienda. «Nada de lo que hacía el despacho era neutral, todas sus acciones estaban destinadas a esquivar las obligaciones fiscales«, concluyó Herranz.