Antonio Martí, propietario, junto a sus padres y sus tres hermanos, del Centro Comercial MN4 de Alfafar, una de las localidades más afectadas por la DANA, asegura a ESTRELLA DIGITAL que «se enteraron» de lo que estaba ocurriendo, en la tarde del 29 de octubre, por una de sus arrendatarias, que les llamó por teléfono para decirles que a un kilómetro del MN4 «había agua» y les estaban comenzando «a evacuar».
Acto seguido, y así lo relata Antonio, «mi hermana Carla llamó al puesto de la Guardia Civil de Alfafar y le dijeron que, aunque no habían recibido alerta alguna, les acababan de convocar a una reunión urgente y que si teníamos dudas, que evacuáramos».
Y entonces, «comenzamos a evacuar», continúa. Desalojaron el centro comercial pero subieron a todas las personas al cine, que estaba en la tercera planta. Ahí pasaron la noche. «De hecho -prosigue-, lo peor fue una señora a la que arrastró el agua y pasó toda la noche la tibia y el peroné rotos».
Al principio había «mucha escena de pánico», recuerda. «Era normal, porque el agua subía muy rápido, pero cuando el agua dejó de subir… ya estuvieron más tranquilos».
Ahora, a toro pasado, aunque el recuerdo permanezca porque los destrozos en el centro comercial se lo recuerdan a cada instante, Antonio cree que «esos minutos» que transcurrieron entre la llamada de su arrendataria y la evacuación ‘controlada’ hacia la zona de los cines «salvó la vida de esas personas».
«Lo que hemos pasado es catastrófico, con pérdidas de millones y millones de euros»
El MN4, donde la UME y bomberos de diferentes comunidades autónoma han estado achicando agua del aparcamiento subterráneo sin que se hayan encontrado víctimas, era uno de los centros comerciales de referencia en su área de influencia (próximo a los municipios valencianos de Massanassa, Benetúser, Sedaví, Paiporta o Catarroja, algunos de los más afectados por la DANA).
«Lo que hemos pasado es catastrófico», asegura con la mirada perdida y el rostro desencajado. «Es totalmente apocalíptico y, aunque no se pueden calcular las pérdidas a nivel económico en estos momentos, estamos hablando de millones y millones de euros». Y no sólo ellos, como propietarios; también toda esa zona industrial, en la que las zonas de restauración y ocio están medio sepultadas por el barro.
Aparte de los cuantiosos daños que se observan en las tiendas de la planta baja, que están totalmente arrasadas, los dos sótanos de parking (de 22.000 metros cuadrados cada uno) quedaron totalmente anegados de agua y lodo.
«A mis padres, con 78 y 79 años, no les hemos dejado venir»
Según estimaciones de la UME, llegaron a concentrarse en esas dos plantas hasta 200 millones de litros de fango. Como si dos campos de fútbol se hubieran inundando completamente.
El resto, la segunda planta y los cines que había en la tercera planta, han quedado intactos, «pero la accesibilidad es imposible porque todo está destrozado», se lamenta Martí.
Sus padres fueron los que pusieron el negocio en marcha. El propio Antonio explica que Grupo Martí es un grupo familiar de empresas que se han dedicado tradicionalmente a la promoción y construcción de carácter comercial, «y metimos en esta locura un centro comercial y, justo dos días antes del desgraciado día, habíamos cumplido 20 años abiertos al público».
A sus padres, con 78 y 79 años, no les han dejado venir. «Creo que no son conscientes de la realidad que hay en el centro; poco a poco, cuando pase todo esto, ya los traeremos», concluye.