Tras la esperada comparecencia de Begoña Gómez en la comisión de investigación de la Universidad Complutense, la Asamblea de Madrid vivió este jueves un pleno marcado por el enfrentamiento entre la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y los grupos parlamentarios de izquierda. En dicho enfrentamiento, Ayuso lanzó duras críticas contra el PSOE y Más Madrid, responsabilizándolos de “colonizar la universidad pública” y de crear “chiringuitos” en las instituciones. Una acusación a la que la izquierda respondió exigiendo el cierre definitivo de la comisión entre ataques y aplausos irónicos.
En este sentido, la presidenta madrileña acusó a los socialistas de actuar como “siervos” del Gobierno central y de participar en lo que denominó como una “colonización” de la Universidad Complutense y del resto de instituciones públicas. Asimismo, durante su intervención, Ayuso acusó a la izquierda de instaurar un “entramado y un chiringuito de familiares y de negocios” en la universidad pública y de “dar títulos como churros” para sus allegados.
“La educación pública se tiene a sí misma y, si algo tiene, es el prestigio; y cuando se dan los títulos como churros y cuando se intenta llevar a un rector a la Complutense a decirle que ‘yo le voy a dar un máster o una cátedra’, eso se carga las instituciones”, sostuvo la líder regional, en referencia a lo que considera como una degradación del sistema educativo por intereses partidistas.
Las palabras de Ayuso desataron aplausos irónicos en la bancada de la izquierda, en alusión a los casos de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, lo que llevó a la presidenta a exigir que se pausara su tiempo de intervención. “¡No tienen ninguna educación, y eso no se lo vamos a pedir a estas alturas!”, reclamó Ayuso, visiblemente molesta por las interrupciones. Ante esta situación, el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, intervino para recordar a los diputados que “todos los grupos tienen derecho a aplaudir, pero que no lo utilicen para interrumpir la intervención”.
Continuando con su discurso, Ayuso vinculó las supuestas prácticas de corrupción universitaria a un plan más amplio de desprestigio de los centros públicos por parte de la izquierda para “arruinar a la Comunidad de Madrid”, intentando desmantelar el sistema fiscal, la sanidad y las empresas que sostienen la economía regional, así como el modelo de éxito que defiende su gobierno.
El PSOE y Más Madrid responden a Ayuso y exigen el cierre de la comisión ante la “falta de pruebas”
Por su parte, el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, calificó la comisión como un “numerito” que “les salió bastante mal” y arremetió contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, instándola a centrarse en mejorar los servicios públicos en lugar de “atacar” y “montar líos” que no ayudan a nadie. “Deje de hacer cosas inútiles y póngase a hacer su trabajo”, remarcó Lobato.
Asimismo, el portavoz socialista insistió en sus declaraciones ante los medios en que los “comparecientes estrella” del PP —entre ellos, el rector de la Complutense, Joaquín Goyache, y la interventora del centro, María Elvira Gutiérrez-Vierna— no aportaron ninguna prueba concluyente, desmontando por completo su “teoría de la conspiración”. En este sentido, Lobato denunció lo que considera como una “estrategia de distracción” política orquestada por el PP, argumentando que prolongar la investigación es inútil y que los recursos deberían dirigirse a fortalecer la financiación de la universidad pública madrileña.
En la misma línea, Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, se sumó a las críticas calificando la comisión como un “acto fallido” y cuestionando la imparcialidad de Susana Pérez Quislant, presidenta de la comisión, a quien acusó de “censurar” las preguntas de la oposición. Asimismo, Bergerot sugirió que, ante la falta de pruebas obtenidas en la comparecencia de Gómez y de los demás testigos, el PP podría intentar rebajar el perfil de la comisión, sosteniendo nuevamente que el foco debería estar en la infrafinanciación de las universidades.
El PP y Vox interpretan el silencio de Gómez como un indicador de culpabilidad
Desde el PP, el portavoz Carlos Díaz-Pache defendió la validez de la comisión de investigación y centró sus críticas en el “ejercicio de hipocresía” de Begoña Gómez y de Pedro Sánchez. “¿Lo oyen? Es el silencio de Begoña Gómez que aún retumba en la Asamblea de Madrid. Hora y media de rigurosa nada, de silencio, de boca cerrada, de dientes apretados para no contestar a las preguntas que todos nos hacemos”, declaró el diputado popular en un tono irónico.
En este sentido, Díaz-Pache denunció lo que considera como una falta de compromiso con la transparencia por parte del Gobierno, afirmando que “los Gómez Sánchez colaboran de una forma muy pintoresca: con la verdad, callando; con la transparencia, no dando ningún dato, y con las instituciones públicas, asaltándolas”.
Además, el portavoz popular destacó que el rector de la UCM, Joaquín Goyache, confirmó que no existen en la Complutense otras cátedras dirigidas por personas sin carrera universitaria, mientras que la interventora de la universidad certificó que nunca había visto un expediente de gasto que pasara sin ningún control, como el de Begoña Gómez. En este sentido, Díaz-Pache trató a Sánchez de “caudillo enamorado” y recordó que, en un primer momento, el presidente del Gobierno había asegurado que Gómez acudiría “encantada” a declarar en la comisión de investigación, aunque en la práctica optó por el silencio.
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Por su último, Isabel Pérez Moñino, portavoz de Vox, insistió en que Pedro Sánchez debe comparecer como el “autor intelectual” de la supuesta trama y reiteró que, de ser posible, citarían “mañana mismo” al presidente para esclarecer su rol en las presuntas irregularidades de la universidad pública, reafirmando su compromiso de investigar los hechos hasta el “máximo nivel”.
Begoña Gómez se acoge a su derecho a no declarar en la comisión de la UCM