La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, compareció este miércoles en el Congreso de los Diputados para rendir cuentas sobre la gestión de la DANA que afectó gravemente al Levante español el pasado 29 de octubre. En una intervención marcada por el cruce constante de reproches, Ribera explicó las acciones ejecutadas por su ministerio antes, durante y después de la tragedia, y contestó a las acusaciones de la oposición, argumentando que sus labores en Bruselas como candidata a la vicepresidencia de la Comisión Europea no le impidieron cumplir con sus obligaciones durante los días más críticos de la emergencia.
En este sentido, Ribera abrió su intervención en el Congreso subrayando el compromiso de las instituciones con la protección de la ciudadanía y asegurando que se “emitieron las alertas adecuadas” para mitigar los efectos del temporal que arrasó Valencia, dejando más de 215 víctimas mortales. De modo que, en un recorrido cronológico, la ministra explicó que desde el día 24 de octubre la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió alertas tempranas sobre la alta probabilidad de lluvias torrenciales en la región, lo que permitió coordinar acciones preventivas a través de los diversos organismos involucrados.
Asimismo, Ribera señaló que el día del temporal la Confederación Hidrográfica del Júcar emitió hasta cinco notificaciones en tiempo real sobre caudales y precipitaciones, mientras que el equipo de Protección Civil de la Generalitat Valenciana activó los planes de emergencia correspondientes. Todo ello en un intento por enfatizar que las decisiones operativas durante la emergencia se tomaron con un enfoque preventivo y en sintonía con los protocolos establecidos.
“Las alertas funcionaron, pero no podemos evitar el impacto devastador de fenómenos meteorológicos cada vez más extremos”, aseguró Ribera, defendiendo que nunca hubo un “apagón informativo” y enfatizando la importancia de la colaboración entre administraciones para mitigar y prevenir los efectos del cambio climático acelerado.
No obstante, pese al protagonismo que ha tomado la cuestión de las alertas dentro del debate de la DANA, la comparecencia de Ribera alcanzó su punto más álgido al abordar la cuestión del barranco del Poyo, una obra hidráulica largamente postergada que constituye un elemento clave para reducir el riesgo de inundaciones en la región.
A este respecto, la ministra sostuvo que el proyecto, cuya Declaración de Impacto Ambiental fue aprobada en 2011 y caducó en 2017, ha estado bloqueado por problemas administrativos y por la falta de inversión desde hace más de una década. Una infraestructura que, según Ribera, forma parte de los más de 50 proyectos pendientes que su ministerio identificó al asumir el gobierno en 2018, trabajando en un diseño alternativo que integrase soluciones “duras y blandas” para agilizar la tramitación ambiental.
Adicionalmente, la ministra reveló que en 2024 la Generalitat Valenciana solicitó un nuevo aplazamiento para introducir mejoras paisajísticas al proyecto y aseguró que “ni siquiera la infraestructura proyectada habría soportado un episodio con un retorno de 2.000 años como el que vivimos”, aprovechando para llamar la atención sobre la urgencia de replantear la ordenación del suelo, los códigos de construcción y la convivencia con el riesgo climático.
El PP responsabiliza a Ribera por una gestión “fallida” de la DANA
En respuesta a la intervención de Ribera, la diputada y vicesecretaria de Sanidad y Educación del Partido Popular (PP), Ester Muñoz, arremetió contra la ministra, acusándola de “faltar a los españoles” en su gestión preventiva de la emergencia, y cuestionando que no haya visitado aún aquellos municipios que “perdieron todo” tras el paso del temporal.
Siguiendo con su respuesta, Muñoz afirmó que la paralización de las obras del barranco del Poyo en 2021, atribuida a criterios económicos y medioambientales, tuvo un impacto directo en la magnitud de la tragedia. “¿Cuántas vidas se habrían salvado si esta obra hubiese estado lista? Es su culpa, no le eche la culpa a Rajoy”, afirmó Muñoz, sugiriendo que Ribera deberá dar explicaciones en los tribunales.
En este sentido, la diputada popular también criticó la falta de un sistema avanzado de ayuda a la Confederación del Júcar, presente en otras cuencas como el Ebro o el Miño, argumentando que los informes de los distintos municipios que solicitaban la limpieza de los cauces no fueron atendidos. Una serie de graves errores que, según el PP, demuestran la incompatibilidad existente entre el nombramiento de Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y su gestión deficiente de una crisis de tal magnitud.
Ribera reivindica la actuación de su equipo y la coordinación institucional ante la DANA
No obstante, en respuesta a las críticas del PP, Ribera negó que su nominación a Bruselas haya interferido en sus responsabilidades ministeriales, asegurando que, aunque no estuvo físicamente en Valencia, su equipo, encabezado por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, estuvo coordinando las labores de emergencia en la región durante diez días.
En este sentido, la ministra se mostró tajante ante las críticas por su presunta falta de acción, acusando a la oposición de menospreciar el trabajo de las instituciones públicas y generar confusión al mezclar competencias estatales y autonómicas. “No vivimos en un Estado fallido, vivimos en un Estado de Derecho, con servicios públicos que funcionan y protegen a la ciudadanía”, afirmó Ribera, exigiendo respeto hacia los técnicos y organismos que actuaron en el marco de sus competencias.
Por último, la ministra enfatizó en la importancia de no minar la credibilidad de la ciencia y de las instituciones frente a desafíos climáticos cada vez más frecuentes. “Esto no puede pasar más”, concluyó Ribera en valenciano, reiterando su compromiso con la protección de la ciudadanía y la modernización de las infraestructuras críticas en España. Todo ello, en el marco de una comparecencia que veremos replicada hoy mismo en el Senado.
El PPE avala el nombramiento de Teresa Ribera, pese al rechazo del Partido Popular en España
A pesar de las duras críticas del PP, la comparecencia de Ribera en el Congreso coincidió con la decisión del Partido Popular Europeo (PPE) de respaldar la aprobación de los seis vicepresidentes de la Comisión Europea cuya evaluación sigue pendiente, incluida la ministra española Teresa Ribera y el ultraderechista italiano Raffaele Fitto. Un giro significativo para desbloquear la aprobación del nuevo Ejecutivo liderado por Ursula Von der Leyen sin necesidad de recurrir a una votación secreta, fruto de las negociaciones mantenidas entre el PPE, los socialdemócratas (S&D) y los liberales (Renew).
En este sentido, fuentes parlamentarias aseguran que el acuerdo alcanzado entre las tres grandes familias políticas europeas se encuentra prácticamente cerrado y a la espera de la celebración del pleno de la Eurocámara el próximo miércoles 27 de noviembre en Estrasburgo, cuya agenda será fijada en la reunión de la Conferencia de Presidentes este mismo miércoles.
Se trata, por tanto, de un pacto que busca garantizar un apoyo sólido a los nuevos vicepresidentes, dejando de lado las disputas nacionales y generando un fuerte malestar dentro del Partido Popular español, que sigue cuestionando la capacidad de Ribera para asumir el cargo en Bruselas tras su gestión “ineficiente” de la DANA. De modo que, ante el respaldo del grupo parlamentario popular europeo, España parece ser el único ámbito de actuación con el que cuenta Alberto Núñez Feijóo para frenar el ascenso de la ministra, a quien sigue exigiendo que asuma las responsabilidades políticas correspondientes.