jueves, diciembre 12, 2024
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La triste realidad de las pymes que se están «buscando la vida» para limpiar sus negocios tras la DANA

Ante la lentitud de las instituciones para acometer las tareas de limpieza, desescombro o gestión de residuos en muchos pequeños negocios de la zona, ellos mismos están llevando a cabo esas tareas y haciendo frente a los gastos

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Ángeles Moya
Ángeles Moyahttps://www.estrelladigital.es/autor/amoya/
Jefa de sección de Seguridad y Defensa Contacto: [email protected]

Tras el paso de la DANA por Valencia, y ante un panorama devastador en las zonas que se han visto afectadas, hay pequeñas empresas que, literalmente, se están «buscando la vida» para seguir adelante.

Y ese ‘buscarse la vida’ quiere decir que, ante la lentitud de las instituciones para acometer las tareas de limpieza, desescombro o gestión de residuos en muchos pequeños negocios de la zona, ellos mismos están llevando a cabo esas tareas y haciendo frente a gastos que, en ocasiones, son «desorbitados».

A modo de ejemplo, propietarios de algunas autoescuelas de municipios afectados por la DANA se han unido para reacondicionar ellos mismos, contratando a empresas especializadas (que, por cierto, les han subido el presupuesto de 3.000 a 6.000 euros), las pistas en las que se realizan las prácticas y los exámenes de conducir, de tal forma que su actividad económica se pueda reanudar cuanto antes.

«Nosotros mismos vamos a reacondicionar las pistas porque nos urge; el lucro cesante no lo cubren los seguros»

ESTRELLA DIGITAL ha hablado con uno de los propietarios de esas autoescuelas. En su caso, comenta que, «por desgracia, para las instituciones no es una prioridad el reacondicionamiento de esas pistas, pero para nosotros sí es urgente», comenta con una mezcla de indignación y resignación.

De ahí que los afectados hayan decidido unirse para pagarlo ellos mismos, porque el «lucro cesante» (es decir, el dinero que están dejando de percibir por haberse visto obligados a cesar en su actividad) «no lo cubren los seguros».

«Estamos atados de pies y manos, estamos desesperados porque nos han dejado de la mano de dios», se queja. Pero también pone en valor que «es el pueblo el que está salvando al pueblo» y, aunque admite que desde las instituciones les quieren mostrar «buena voluntad» para ayudarles, «la realidad es que no hay medios suficientes».

En el caso de su negocio, que se encuentra en una de las zonas afectadas, pone a modo de ejemplo que «desde Guadassuar, un pueblo cercano, vino la gente del campo con tractores y herramientas, además de muchos voluntarios y nuestras propias familias» para limpiar su local, que estaba «lleno de fango y de lodo».

«Nos llegan alumnos que vienen andando desde otros pueblos porque necesitan el carné para poder trabajar»

Y es que, a las autoescuelas afectadas les están «llegando alumnos que vienen incluso andando desde los pueblos de alrededor porque necesitan el carné de conducir para trabajar -prosigue-, pero no podemos darles clases precisamente porque esas pistas no están acondicionadas».

Como él, otros propietarios de pequeños negocios están haciendo lo propio para acelerar la limpieza de sus locales. La vida debe continuar para ellos y sus familias. Pero si no reciben las ayudas que necesitan «con celeridad»… ellos mismos harán frente a los gastos.

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