El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha confirmado que los nueve ciudadanos españoles que se encuentran en Siria están a salvo y bajo contacto permanente tras la caída del régimen de Bashar al Asad en Damasco. Según detalló el ministro en unas declaraciones dadas al Canal 24 Horas de RTVE, se trata de cinco mujeres españolas casadas con sirios y cuatro cooperantes.
No obstante, Albares señaló que, adicionalmente, hay más de 100 ciudadanos con doble nacionalidad sirio-española, de los cuales solo uno ha expresado interés en abandonar el país, algo imposible dado el cierre total de los aeropuertos.
En este sentido, el ministro sostuvo que la caída de Damasco sorprendió por su «celeridad», subrayando que los rebeldes, liderados por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), han avanzado «prácticamente sin oposición y con tranquilidad». «Esta noche me han comentado que ha habido combates de cierta envergadura dentro del propio Damasco, se podían oír incluso disparos de artillería, pero, a partir de las seis de la mañana, todo está en tranquilidad», explicó Albares, subrayando que no hay registro de saqueos ni matanzas.
«La situación no indica que vaya a haber ningún tipo de caos; más bien, al contrario, los primeros pasos de los rebeldes están siendo de tranquilidad a toda la población, de indicar que no deben destruirse bienes de la administración, y todo apunta a que una parte de la administración que ha venido trabajando para Al Asad se dispone a trabajar con el nuevo gobierno», afirmó el ministro, destacando que el avance rebelde no solo se ha caracterizado por su rapidez, sino también por su enfoque hacia la preservación del aparato estatal.
Asimismo, Albares aseguró que, a pesar de no haber confirmación oficial sobre el paradero de Bashar al Asad, todas las señales apuntan a que ha abandonado Damasco.
Por otra parte, el ministro español destacó los signos de «evidente» alegría observados en la población siria, y sugirió que el nuevo control del grupo rebelde podría estar relacionado con la pérdida de «los apoyos tradicionales» que el régimen de Al Asad tenía desde hace 13 años, en alusión a Rusia.
Bajo este contexto, Albares subrayó la importancia de reabrir el aeropuerto de Damasco y la frontera con Líbano lo antes posible para facilitar el tránsito de personas y el envío de ayuda humanitaria, haciendo especial hincapié en que España debe trabajar con sus socios europeos para evitar la fragmentación territorial de Siria y para que el pueblo sirio sea quien decida «cómo quiere ser gobernado».
«Siria es una pieza fundamental dentro de ese complejo equilibrio en Oriente Medio, donde ya hay demasiada guerra como para que también se extienda a Siria. Vamos a analizar junto a nuestros socios europeos y también junto a nuestros amigos árabes de la región cuál es esta situación», afirmó Albares, abogando por una transición pacífica que contribuya a estabilizar toda la región.
Los rebeldes toman Damasco y declaran el fin del régimen de Bashar al-Asad