El Tribunal Supremo ha decidido anular el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de sala, alegando «desviación de poder«. La sentencia, que estima parcialmente el recurso presentado por un colega, argumenta que esta desviación de poder implica el «ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico«.
El acuerdo que designó a Delgado como fiscal de Sala fue adoptado por el Consejo de Ministros a propuesta del Fiscal General del Estado. El Supremo establece que la finalidad de esta designación fue garantizar la promoción de Delgado a la máxima categoría de la carrera fiscal, considerando una presunta carencia en la legislación vigente.
Asimismo, destaca que las convocatorias para estas plazas deberían basarse en el mérito, solicitando la revisión del proceso desde el momento anterior a la propuesta al Consejo de Ministros.
La ex ministra de Justicia con Pedro Sánchez también enfrenta otros recursos relacionados con su designación como responsable de la Fiscalía de Memoria Democrática. Su nombramiento generó controversia al ser una de las primeras decisiones del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien ella había designado fiscal jefe de la Secretaría Técnica durante su mandato en el Ministerio Público. La sentencia destaca que este proceso se realizó en contra del criterio mayoritario del Consejo Fiscal y retrotrae las actuaciones para realizar una nueva propuesta.