La desaparición de Émile, un niño de tan solo dos años, ha conmocionado a toda Francia. Los investigadores continúan sin disponer de pistas concretas que les permitan resolver el misterio de su desaparición en una zona montañosa del sureste del país. Ante esta preocupante situación, las autoridades han desplegado a cientos de agentes para llevar a cabo la búsqueda y localización del pequeño.
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«En este momento, no tenemos ningún indicio, ninguna información, ningún elemento que nos ayude a comprender esta desaparición«, explicó Rémy Avon, fiscal de Digne-les-Bains, localidad cercana al lugar donde desapareció Émile, en una rueda de prensa este miércoles.
Las autoridades han movilizado a un centenar de policías y bomberos, acompañados de perros rastreadores, así como a unos 200 voluntarios de la comunidad local, en un esfuerzo conjunto para encontrar al pequeño Émile, quien desapareció el pasado sábado del jardín de la casa de sus abuelas.
Hasta el momento, solo se cuenta con dos testimonios de vecinos de la pequeña localidad de Haut-Vernet, quienes declararon haber visto al niño desde lejos, saliendo de la casa de su familia y caminando solo por una calle descendente. Las pesquisas realizadas hasta ahora han incluido la búsqueda exhaustiva de los treinta edificios que componen la población, ubicada en la región de Alpes-de-Haute-Provence, cerca de Niza, así como la minuciosa inspección de una docena de vehículos y varias hectáreas de terreno circundante.
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La búsqueda de Émile no cesará
A pesar de estos esfuerzos, hasta el momento no se ha encontrado ninguna pista útil para esclarecer el paradero del niño. A partir de hoy, se iniciará una nueva fase de la investigación que incluirá un análisis detallado de las muestras recogidas durante las pesquisas.
La búsqueda sobre el terreno continuará sin cesar, incluso se reforzará el dispositivo, según anunció Rémy Avon. Aunque se han intensificado las operaciones y se han incrementado los recursos humanos en los últimos días, hasta ahora no se han obtenido resultados positivos.
Desde el inicio de la búsqueda, los responsables no descartan ninguna hipótesis, ya sea que el niño se haya marchado por su cuenta y se haya extraviado o incluso un posible secuestro. Sin embargo, hasta el momento no hay indicios que apunten a un acto delictivo.
Haut-Vernet, situada a 1.200 metros de altura, es una pequeña comunidad habitada por tan solo 25 personas. Se encuentra rodeada de bosques y campos, lo que ha complicado aún más las labores de búsqueda y rescate.
La esperanza de encontrar sano y salvo a Émile sigue siendo la prioridad de todos los involucrados en esta angustiosa búsqueda.