Colombia fue sorprendida este jueves por un terremoto con una magnitud revisada de 6,1, que se sintió en la mayoría de sus regiones. A pesar del poderoso movimiento, no se han reportado víctimas ni grandes daños hasta el momento.
El Servicio Geológico Colombiano ajustó la magnitud del sismo, que en un principio se estimó en 5,9, a 6,1, y se aumentó a una profundidad considerada como superficial, que no supera los 30 kilómetros. El corazón del movimiento se localizó en El Calvario, una localidad situada en el departamento del Meta, muy cerca de Bogotá, la capital.
La capital colombiana, junto con otras zonas urbanas del país, experimentó el remezón con fuerza, llevando a muchas personas a evacuar edificios como medida de precaución. El Cuerpo de Bomberos de Bogotá, mediante comunicados en sus redes sociales, expresó que, aunque el temblor se sintió con potencia, no se han registrado incidencias de importancia en la ciudad.
Mientras las entidades de emergencia realizan revisiones en los puntos afectados, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) está en proceso de evaluar las áreas más golpeadas por el sismo para determinar si hay daños o víctimas.
Solo trece minutos después del sismo principal, una réplica de 5,6 sacudió nuevamente al país, aumentando la alarma entre la población.
Los informes preliminares de la agencia de defensa civil indican que en El Calvario, Meta, las ventanas de varias edificaciones sufrieron daños debido al movimiento telúrico. Mientras tanto, en Villavicencio, otro epicentro cercano, se ha notificado un deslizamiento de tierra, y las autoridades están en el proceso de evaluar otros posibles impactos.
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