El mundo se enfrenta a una nueva alerta por la aparición de dos nuevas subvariantes del virus: Eris y Pirola. Estas cepas, identificadas como derivadas de Ómicron, han surgido con fuerza en varias naciones, despertando preocupación.
En 2020, España experimentó uno de los momentos más difíciles con un confinamiento estricto; a pesar de haber recuperado la normalidad, el virus nunca se fue del todo. Las variantes previas como Delta, Gamma y Ómicron pusieron en jaque a los sistemas de salud. Hoy, el foco está en Eris y Pirola.
De estas dos, Eris ha dejado su huella en más de 50 países, siendo particularmente predominante en Estados Unidos, donde se estima que representa cerca del 17% de los casos actuales. Por su parte, Pirola ha aparecido con más frecuencia durante este mes de agosto, con presencia en países como Dinamarca, Israel, Reino Unido y zonas de América del Norte. En España, se está monitoreando su evolución.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a Pirola, científicamente conocida como BA.2.86, como una «variante de emergencia». Su estructura posee alrededor de «30 mutaciones» en su proteína espiga, la cual es esencial para la transmisión. A pesar de que globalmente solo se han reportado seis casos, la alarma crece conforme avanzan los días.
Síntomas de Pirola
Los síntomas de Pirola aún son un enigma. Dada la escasez de casos y la falta de síntomas específicos en la mayoría de ellos, es difícil precisar un cuadro clínico definitivo. Sin embargo, es probable que la subvariante comparta síntomas comunes con otras, tales como fiebre, dificultades respiratorias, fatiga, dolores musculares y pérdida de los sentidos del olfato y gusto.
Curiosamente, el nombre «Pirola» proviene de un asteroide identificado en 1972, pero la OMS podría adoptar un nombre basado en letras griegas, como ha sido la tradición con otras variantes, dependiendo de su impacto en la salud pública.
Aunque la situación no ha escalado a una alerta máxima, las autoridades y expertos recomiendan mantenerse informados y cautelosos. La lucha contra la COVID-19 continúa, recordándonos que aún sigue representando un desafío para la sociedad.