La tensión se ha acrecentado entre Israel y las Naciones Unidas después de que el gobierno israelí decidiera no otorgar visados a los representantes de la ONU. Esta drástica decisión se produce a raíz de las declaraciones del Secretario General, Antonio Guterres, durante el encuentro del Consejo de Seguridad.
Cuando Guterres condenaba el ataque de Hamás a Israel, describiendolo como un hecho «horrible», aseguró también que no se debe entender este acto «en el vacío», sino que fue una consecuencia de «56 años de ocupación sofocante» de Israel sobre los territorios palestinos. Desde esa fecha, el saldo de muertos ha sido devastador: 5.791 palestinos y 1.400 israelíes han perdido la vida.
Guilad Erdan, el embajador de Israel ante la ONU, no ha tardado en responder. Ha solicitado la renuncia de Guterres y ha anunciado que el Ministerio de Exteriores israelí ha negado el visado al Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths. Erdan manifestó en una entrevista en Ynet: «Aceptan las afirmaciones de los palestinos tal como son, aunque todo el mundo sabe que Gaza está controlada por Hamás».
Para Erdan, los reportes emitidos por las entidades de la ONU configuran una perspectiva distorsionada que se refleja en los debates del Consejo de Seguridad, causando un «daño tremendo» a Israel. «Nos hace un daño tremendo», aseguró el embajador.
La relación con la ONU ha alcanzado un punto crítico, hasta tal punto que el embajador Erdan mencionó que se deberían tomar medidas más severas, como «expulsar de Israel a los funcionarios hostiles de la ONU». Incluso reveló que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha evitado conversaciones directas con Guterres, negándose a atender sus llamadas.
Más allá de la región, las declaraciones de Guterres también han resonado en Europa. Desde el Reino Unido, el Secretario de Estado británico de Inmigración, Robert Jenrick, ha solicitado que Guterres se «retracte». Contrario a las palabras del Secretario General, Jenrick afirmó en el canal ITV que Israel no ha violado el derecho internacional, reafirmando el derecho de Israel a defenderse. Esta postura ha sido respaldada por potencias como Estados Unidos, Alemania y Francia, que han enfatizado en el derecho a la legítima defensa de Israel tras los ataques de Hamás.
La relación entre Israel y la ONU se encuentra en un punto delicado. La comunidad internacional espera que se pueda llegar a un entendimiento diplomático que favorezca la paz y la justicia en la región.