La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha señalado la necesidad urgente de una pausa humanitaria, alertando sobre la inminente paralización de los hospitales por la escasez de combustible.
La situación se ha vuelto aún más tensa después de que se reportaran cerca de 80 fallecimientos a raíz de bombardeos la madrugada de este miércoles, según informaciones proporcionadas por las autoridades de la Franja, actualmente bajo la administración de Hamás. Desde el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre, cuando grupos como Hamás y la Yihad Islámica emprendieron acciones en el sur de Israel, el saldo total de víctimas en Gaza asciende a 5.791, mientras que Israel ha reportado 1.400 muertos.
La emergencia sanitaria en Gaza es palpable: la ONU ha confirmado que casi medio centenar de centros de salud ya no funcionan por falta de combustible para sus generadores eléctricos. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha descrito el panorama actual de los centros sanitarios como de «niveles sin precedentes de devastación». Su reciente informe pinta un panorama desolador: «En uno de los hospitales, cientos de personas heridas – hombres, mujeres y niños, yacían en cualquier espacio disponible, mientras los cuerpos sin vida se acumulaban en tiendas improvisadas ante la incapacidad de la morgue de recibir más cadáveres».
La organización también advirtió sobre la frágil situación de los generadores, que actualmente operan bajo condiciones no óptimas, lo que podría desencadenar más interrupciones en la atención médica. La precariedad alimentaria es otro grave problema, poniendo en riesgo a niños y mujeres, especialmente embarazadas, quienes podrían enfrentar malnutrición y, en consecuencia, tener sistemas inmunológicos debilitados y vulnerables a otras complicaciones.
El conflicto, aunque concentrado en Gaza, ha tenido repercusiones en otras regiones como Cisjordania y Siria. Un ataque aéreo reciente en Cisjordania resultó en la muerte de tres palestinos, «incluidos dos mártires dentro de las prisiones de ocupación israelíes», según el Ministerio de Sanidad palestino. Un portavoz militar israelí describió un enfrentamiento en el campamento de Yenín, donde «terroristas armados» atacaron a las fuerzas israelíes.
Mientras tanto, en Siria, las tensiones aumentan. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron a los ataques con cohetes desde el territorio sirio, resultando en al menos ocho soldados sirios fallecidos. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos atribuyó estos ataques con cohetes a Hezbolá, el grupo libanés con presencia en Siria.
La situación en el Medio Oriente sigue siendo tensa y la comunidad internacional espera que las negociaciones en curso den fruto para evitar más pérdidas de vidas humanas.