En un fallo histórico, el cardenal italiano Angelo Becciu ha sido condenado a cinco años y seis meses de prisión por su implicación en un caso de irregularidades financieras vinculado a la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres. La sentencia, leída por el presidente del Tribunal Vaticano, Giuseppe Pignatone, también incluye la inhabilitación perpetua para ejercer cargos en la Santa Sede y una multa de 8.000 euros.
Becciu, de 75 años, se convierte así en el primer cardenal en la historia de la Iglesia en ser acusado y condenado ante un tribunal del Vaticano. Su equipo defensor ha anunciado su intención de recurrir la sentencia, según informó la agencia de noticias italiana Ansa.
El juicio, que inició en julio de 2021, acusaba a Becciu de malversación de fondos, abuso de poder y soborno de un testigo en relación con la compra fraudulenta del edificio en Londres. La operación fue impulsada por la Secretaría de Estado del Vaticano cuando Becciu ocupaba el cargo de sustituto para Asuntos Generales entre 2011 y 2018. Además del cardenal, otras nueve personas también enfrentaban acusaciones en este caso.
Alessandro Diddi, promotor de justicia del Vaticano, había solicitado una condena de siete años y tres meses de prisión para Becciu. Diddi argumentó que el cardenal «llenó de documentos falsos«, obstaculizando las investigaciones y causando pérdidas a la Secretaría de Estado estimadas entre 130 y 180 millones de euros, siendo 55 millones atribuibles solo a la inversión en el edificio de Sloane Avenue, en Londres.
Como parte de las condenas en este caso, el corredor Gianluigi Torzi recibió una sentencia de seis años de prisión, el financiero Raffaele Mincione fue condenado a cinco años, Henry Craso a siete años, el exfuncionario de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado Fabrizio Tirabassi a siete años, y la asesora Cecilia Marogna a tres años de prisión, según informó el diario italiano ‘L’Stampa’.