El Papa Francisco ha tenido que pedir disculpas públicas después de afirmar hay «mucho mariconeo» en los seminarios. Ahora, reconoce que su intención no era ofender a nadie y que en la Iglesia hay sitio para todos.
Durante una reunión privada con obispos italianos la semana pasada, el Papa pidió a los sacerdotes que no ordenen a personas homosexuales porque ya hay «mucho mariconeo» en los seminarios. El pontífice argumentó que, por su experiencia, muchos homosexuales mantienen una doble vida por la que tanto ellos como su entorno sufren.
Francisco utilizó la palabra ‘frociggine’ en italiano, que se puede traducir como mariconeo y que se considera bastante ofensiva. Desde el Vaticano se han visto obligados a pedir perdón, porque sus palabras rápidamente han generado una gran polémica.
«El papa Francisco conoce los artículos publicados recientemente sobre una conversación, a puerta cerrada, con los obispos de la Conferencia episcopal italiana (CEI) y como afirmó en varias ocasiones: ‘¡En la Iglesia hay lugar para todos, para todos! Nadie es inútil, nadie sobra, hay sitio para todos. Tal como somos, todos nosotros», ha explicado el Vaticano en una nota.
Además, reconocen que el Papa Francisco «nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término, referido por otras personas».
También argumentan que el Papa no habla italiano con su familia, sino piamontés, por lo que desconocía el significado literal de la palabra. «Era evidente que el papa no era consciente de lo ofensiva que resultaba esa palabra en italiano«, apuntan los presentes.