Al menos 37 personas han perdido la vida en un ataque perpetrado por Israel en una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el centro de la Franja de Gaza, concretamente en el campo de refugiados de Nusseirat.
El Ejército israelí ha confirmado el ataque, argumentando que en la escuela se ocultaban terroristas de Hamás y la Jihad islámica que participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, que fueron eliminados y que se ocultaban en el interior.
El Gobierno de Gaza ha denunciado que la mayoría de las víctimas eran civiles refugiados, calificando el ataque como una «horrible masacre» y un «crimen que avergüenza a la humanidad». A pesar de las acusaciones, Israel sostiene que «se tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados», como vigilancia adicional y la recopilación de inteligencia.
Decenas de heridos y hospitales al borde del colapso
El ataque no solo ha dejado una trágica cifra de muertos, sino también decenas de heridos que han sido trasladados al hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah. Este hospital se encuentra al borde del colapso, atendiendo a tres veces más pacientes de los que su capacidad permite, lo que agrava la crisis humanitaria en la región.
Israel justifica el ataque contra la escuela de la ONU
En un comunicado oficial, el Ejército israelí ha explicado que aviones de combate, dirigidos por la inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet, llevaron a cabo «un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en el área de Nusseirat».
Según el comunicado, en el recinto operaban efectivos de Hamás y la Yihad Islámica, pertenecientes a las fuerzas Nukhba, la unidad de élite de Hamás involucrada en el ataque del 7 de octubre que resultó en la muerte de unas 1.200 personas y el secuestro de 250 más.
El Ejército afirma que los terroristas utilizaban la escuela como refugio y para dirigir operaciones terroristas, y que varios de ellos, que planeaban ataques inminentes, fueron eliminados durante el ataque.
Un conflicto prolongado
El conflicto, que ya lleva ocho meses, ha dejado un saldo devastador: más de 36.580 muertos y 83.000 heridos, además de aproximadamente 10.000 personas desaparecidas bajo los escombros, según datos del Ministerio. La situación en Gaza sigue siendo crítica, con una población civil atrapada en medio de la violencia y la destrucción, enfrentando una crisis humanitaria de enormes proporciones.