En noviembre de 2024, Estados Unidos vivirá uno de los eventos más trascendentales del año: las elecciones generales a la presidencia. En esta contienda, Donald Trump busca regresar a la Casa Blanca como candidato del Partido Republicano, mientras que Kamala Harris se presenta como la candidata del Partido Demócrata tras tomar el relevo de un Joe Biden cada vez más cuestionado.
La campaña electoral está marcada por intensas polémicas, especialmente en torno a Donald Trump, quien ha protagonizado una serie de eventos controvertidos. Desde un intento de magnicidio durante un mitin hasta los desplantes de una parte considerable de la opinión pública, Trump continúa siendo una figura polarizadora en el escenario político estadounidense.
ABBA se une a la protesta contra Trump
Recientemente, la controversia ha llegado desde un ámbito inesperado: la música. El grupo sueco ABBA ha protestado públicamente contra el uso no autorizado de su música en los mítines de Trump. Según representantes del grupo, la campaña de Trump utilizó fragmentos de canciones de ABBA sin haber solicitado permiso a Universal Music, el sello discográfico que posee los derechos de autor.
La reacción del grupo no se ha hecho esperar. ABBA ha exigido la retirada inmediata de los videos que contienen su música y que han sido subidos a internet durante los eventos de la campaña de Trump. De esta forma, ABBA se suma a una lista de artistas que han prohibido a Trump el uso de su música para fines políticos, entre los que se incluyen Foo Fighters, Beyoncé, Bruce Springsteen, Rihanna, Prince, Adele y Celine Dion.
Por su parte, un portavoz de la campaña de Trump ha defendido su posición, afirmando que la campaña tiene licencia para reproducir música de ABBA a través de acuerdos con BMI y ASCAP, organizaciones que gestionan los derechos de autor en Estados Unidos. Sin embargo, esta afirmación no ha calmado las aguas, y la disputa continúa generando titulares.
Una campaña en constante tensión
El uso de la música en las campañas políticas es un tema delicado, y este incidente con ABBA es solo una muestra más de las tensiones que rodean la campaña de Donald Trump. La controversia en torno a su figura y las constantes críticas a su estilo y tácticas no parecen disminuir, a medida que se acerca la fecha de las elecciones.
En contraste, Kamala Harris, quien ha tomado las riendas del Partido Demócrata, busca proyectar una imagen de renovación y cambio, tras un periodo de cuestionamientos hacia la administración de Joe Biden. La contienda por la presidencia de Estados Unidos está más encarnizada que nunca, con dos candidatos que representan visiones diametralmente opuestas del futuro del país.