El Gobierno de Líbano ha confirmado este miércoles la muerte de doce personas, incluyendo dos niños y dos trabajadores sanitarios, como consecuencia de la explosión de miles de ‘buscas’ que habrían sido utilizados por miembros del grupo chií Hezbolá. El incidente, que se enmarca en las tensiones y enfrentamientos entre Hezbolá e Israel, ha sido atribuido a una operación encubierta de la inteligencia israelí.
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Número de heridos y distribución de las explosiones
El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, ha indicado que el número de heridos se sitúa entre 2.750 y 2.800, de los cuales 300 se encuentran en estado grave. Desglosando las cifras, 1.850 personas resultaron heridas en la capital, Beirut, mientras que otros 750 eran residentes en localidades del sur del país y 150 en el valle de la Bekaa (este).
Abiad destacó el esfuerzo de los equipos sanitarios en la respuesta al incidente, lo que ayudó a garantizar la atención en los hospitales locales. Debido a la magnitud del desastre, algunos pacientes han sido evacuados a Siria e Irán para recibir tratamiento, según informó la cadena de televisión libanesa LBCI.
Origen de las explosiones y la supuesta operación encubierta
En un principio, las explosiones fueron atribuidas a un posible ataque informático, pero nuevas informaciones indican que el incidente tiene un trasfondo más complejo. Fuentes estadounidenses confirmaron al diario The New York Times que la Inteligencia israelí habría introducido material explosivo dentro de un lote de alrededor de 3.000 ‘buscas’ importados a Líbano.
Según los informes, los dispositivos contenían entre 30 y 60 gramos de explosivo junto a su batería y un sistema que permitía activar los explosivos de forma remota una vez llegaban a territorio libanés. Tras la importación, los ‘buscas’ fueron distribuidos por Hezbolá entre sus miembros en Líbano, Siria e Irán.
Momento de la detonación y consecuencias
La explosión se desencadenó cuando todos los dispositivos encendidos recibieron un mensaje a las 15:30 horas (hora local). El mensaje activó los explosivos después de emitir un pitido de varios segundos, causando el desastre. Aunque se cree que gran parte de las víctimas son miembros de Hezbolá, entre los fallecidos hay una niña, y aún se desconoce cuántos de los afectados pertenecían al grupo y cuáles eran sus cargos dentro de la organización.
Este suceso ha incrementado las tensiones ya existentes en Líbano, donde las actividades de Hezbolá y las operaciones encubiertas vinculadas a Israel continúan alimentando la inestabilidad en la región. Las autoridades libanesas, así como la comunidad internacional, siguen investigando para obtener más detalles sobre esta explosión masiva y sus implicaciones geopolíticas.