Las embajadas de Estados Unidos y España en Kiev han cerrado temporalmente sus sedes al publico este miércoles ante la alerta de un posible ataque a gran escala por parte de Rusia contra territorio ucraniano. Aunque la amenaza ya ha sido desmentida por las autoridades ucranianas, este cierre refleja la creciente tensión en la región tras el supuesto uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania.
Alerta inicial y respuesta diplomática
La embajada estadounidense fue la primera en emitir un comunicado alertando sobre un posible ataque aéreo significativo en Kiev, motivando el cierre temporal de sus instalaciones. Poco después, la embajada española, junto a la italiana, anunció medidas similares, indicando que este miércoles solo atenderían a través de correo electrónico debido al «riesgo elevado de ataques aéreos en toda Ucrania».
Rusia denuncia ataques en su territorio con misiles de fabricación estadounidense
En un mensaje dirigido a los españoles residentes en Ucrania, la embajada de España recomendó «extremar las medidas de seguridad, seguir las indicaciones de las autoridades locales y localizar siempre un refugio cercano». Por otro lado, la embajada alemana decidió mantener su sede operativa con capacidad limitada, mientras que la británica afirmó que está «evaluando cuidadosamente la situación». Portugal y otros países, como Grecia, han tomado medidas más restrictivas, manteniendo sus embajadas cerradas.
Desmentido de las autoridades ucranianas
La Dirección General de Inteligencia de Ucrania ha calificado esta alerta como parte de un «ataque psicológico informativo» por parte de Rusia, asegurando que el mensaje que originó la alarma es falso y contiene «errores gramaticales típicos de las operaciones rusas de desinformación».
El jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Andrí Kovalenko, advirtió que, aunque Rusia dispone de misiles balísticos y de crucero, además de barcos y aviones preparados para un gran ataque, “esta situación no es nueva”. Kovalenko recordó que Moscú lleva meses acumulando armamento y que amenazas similares han sido frecuentes desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.
Tensión internacional y reproches mutuos
El cierre de las embajadas ha generado malestar en Kiev. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, estas amenazas son “una realidad diaria para los ucranianos”, y considera que los cierres diplomáticos pueden interpretarse como un mensaje de debilidad ante Moscú.
Por su parte, el Kremlin ha acusado a Estados Unidos de “avivar el conflicto” tras autorizar recientemente el uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania contra objetivos dentro de Rusia. Además, el jefe de inteligencia exterior de Rusia, Serguéi Naryshkin, advirtió que los intentos de la OTAN de facilitar ataques en territorio ruso «no quedarán impunes».
Un conflicto en escalada
La situación refleja una nueva fase de tensión en la guerra, especialmente después de que Ucrania presuntamente utilizara misiles de largo alcance en ataques recientes. Esto marca un punto de inflexión en el conflicto, que cumplió 1.000 días esta semana, y agrava las ya delicadas relaciones entre Rusia y las potencias occidentales.
Mientras tanto, el futuro del conflicto sigue siendo incierto, con una escalada de amenazas y represalias que sigue complicando cualquier posibilidad de diálogo o solución pacífica.