El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el máximo órgano de toma de decisiones de la ONU, celebra este martes una reunión extraordinaria para abordar la nueva escalada del conflicto bélico que se está produciendo en Siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el grupo salafista yihadista HTS y facciones aliadas «han logrado hacerse con el control de grandes extensiones de territorio en Alepo, Idlib y Hama, y han tomado el control de la ciudad de Alepo en su totalidad».
Esta nueva escalada del conflicto, que enfrenta a la mayoría suní del país (un 74 % de la población) contra el régimen alauita de Bashar al-Asad (rama del Islam chií que representa el 13 %) tiene su origen en el año 2011, cuando las revueltas que se iniciaron en el norte de África, en la denominada ‘primavera árabe‘, se extendieron a otros países como Siria, Baréin o Yemen.
Por qué Rusia apoya a Siria, y por qué, junto con China, vetó las resoluciones que intentó aprobar en 2011 el Consejo de Seguridad para intervenir en el país
En aquel momento, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas intentó, en varias ocasiones, aprobar una resolución para poner fin al conflicto en Siria. Sin embargo, Rusia y China (países con poder de veto en el Consejo de Seguridad) se opusieron frontalmente a dichas resoluciones.
Esto fue debido, entre otros factores, al hecho de que tanto Rusia como China mantienen relaciones comerciales y militares (en el caso de Rusia) con Siria.
Además, ambos países se sintieron engañados por la ONU cuando se abstuvieron para que se aprobase la Resolución 1973, en virtud de la cual se establecía en Libia (uno de los países afectados por la ‘primavera árabe’) una zona de exclusión aérea para, teóricamente, prohibir que los bombardeos de las fuerzas del líder libio, Muamar el Gadafi, atacasen a la población civil.
La zona de exclusión aérea (objetivo de la misión internacional, en la que participó España) se logró dos meses después de que la Resolución 1973 estableciese ese objetivo.
Sin embargo, las misión internacional se mantuvo hasta que Gadafi fue derrocado y asesinado por los opositores a su régimen dictatorial.
La nueva escalada del conflicto en Siria ha producido, al menos, la muerte de una veintena de civiles
En los enfrentamientos que se están produciendo desde hace casi una semana, las fuerzas sirias, con apoyo de Rusia, están respondiendo a los ataques de los grupos rebeldes y yihadistas que se han opuesto tradicionalmente al régimen alauita (rama más moderada del Islam chií) de Al-Asad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, en los bombardeos que se están produciendo al menos 20 civiles habrían perdido la vida, además de decenas de combatientes de ambos bandos.
En el ámbito diplomático, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania han emitido un comunicado en el que han instado a que se produzca una desescalada y a que se priorice la protección de civiles e infraestructuras para evitar desplazamientos de la población y la interrupción de la entrega de ayuda humanitaria.
Siria cuenta con el apoyo de países con mayoría de población chií y las potencias occidentales son aliadas de los países suníes del Golfo Pérsico
Por otra parte, Irak ha reforzado su presencia en la frontera con Siria y se ha sumado a la lista de países que, como Irán o Rusia, han expresado su apoyo a la soberanía de Siria.
En este caso, cabe destacar que en Irak, y según The World Factbook de la CIA, alrededor del 64 % de la población es chií. En el caso de Irán hablamos de que el régimen gubernamental es una teocracia que profesa la rama del Islam chií.
Y conviene recordar que las alianzas entre países en el mundo musulmán están condicionadas, desde hace siglos, por el tradicional enfrentamiento que existe entre las ramas Suní (mayoritaria en el Islam) y Chií de la religión musulmana.
En cuanto a los países occidentales, no está de más recordar que, en su mayor parte, son aliados de las potencias del Golfo Pérsico, gobernadas por la rama Suní del Islam, y con las que mantienen importantes intereses económicos relacionados, por ejemplo, con los pozos petrolíferos que se encuentran en estas regiones del Golfo.