Las agencias espaciales NASA y ESA han elevado las probabilidades de impacto del asteroide ‘2024 YR4’ contra la Tierra, lo que ha generado nuevas alertas en la comunidad científica. Según las últimas estimaciones, la NASA calcula la probabilidad en un 3,1%, mientras que la ESA lo hace en un 2,8%. Se trata del nivel de riesgo más alto registrado desde el inicio de la vigilancia de objetos celestes hace dos décadas, según estas entidades.
El asteroide, con un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, tiene una posible fecha de impacto el 22 de diciembre de 2032. Si se confirma un impacto de gran magnitud, el daño sería devastador: la fuerza de colisión podría superar por 500 veces la de la bomba nuclear de Hiroshima.
Un impacto en la tierra devastador
Identificado por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), este peligro abarca zonas muy pobladas y vulnerables de Colombia, Venezuela, Ecuador, India, Bangladés, Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo. Tampoco se descartan áreas marítimas del Pacífico oriental y el Atlántico.
Si se produce el impacto en tierra firme, ciudades enteras quedarían destrozadas, mientras que un choque en el océano traería tsunamis de gran magnitud. No obstante, los astrónomos aseguran que los cálculos aún están sujetos a correcciones.
Probable ajuste a la baja
Josep Maria Trigo, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC y del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya, en declaraciones a RTVE, explicaba que la probabilidad de impacto podría reducirse en las próximas semanas. “La órbita se está mejorando con nuevas observaciones y todavía queda aplicar el Telescopio Webb para ajustar los cálculos”, indicó.
El Telescopio Espacial James Webb, el más potente hasta la fecha, seguirá observando al asteroide hasta abril o mayo. Su capacidad para detectar longitudes de onda en el infrarrojo, permitirá determinar el tamaño del asteroide con mayor precisión. Además, se evaluará si es necesario implementar medidas de desviación, como la misión DART de 2022, que consiguió alterar la trayectoria del asteroide ‘Dimorphos’.
¿Posible impacto en la Luna?
Otra posibilidad discutida es que el asteroide impacte contra la Luna, aunque la probabilidad es de sólo un 0,3%. En tal caso, el impacto generaría escombros que podrían llegar a la Tierra, aunque la atmósfera terrestre los desintegraría casi por completo.
Si se confirmase un tamaño superior a los 50 metros, las agencias espaciales considerarían enviar una sonda para desviar su trayectoria mediante un ‘impactador’ cinético, como ocurrió en 2022. En caso contrario, se optaría por evacuar las zonas de riesgo para evitar víctimas mortales.
Los astrónomos recuerdan que la mejora continua en la detección y monitoreo de asteroides es clave para la protección planetaria. Aunque el riesgo sigue siendo bajo, la comunidad científica seguirá vigilando de cerca la evolución del asteroide ‘2024 YR4’.
¿Qué es un asteroide?
Los asteroides, a veces llamados planetas menores, son restos rocosos y sin aire que quedaron de la formación temprana de nuestro sistema solar hace unos 4.600 millones de años.
La mayoría orbita alrededor del Sol entre Marte y Júpiter, dentro del cinturón principal de asteroides. Los asteroides varían en tamaño. Mientras el mayor, Vesta, mide 530 kilómetros de diámetro, existen cuerpos de menos de 10 metros de diámetro. La masa total de todos los asteroides juntos es inferior a la de nuestra Luna.