El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el pasado lunes un plan para transformar la región del Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela golpeada por la violencia y el narcotráfico. La estrategia del gobierno contempla la erradicación de 25.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca, lo que representa casi la mitad de las plantaciones ilícitas que existen en la zona.
Durante un consejo de ministros retransmitido por televisión y redes sociales, Petro explicó que la presencia de cultivos ilícitos es un factor clave en la violencia que azota al Catatumbo. «Esa violencia no es solo por ser frontera sino porque básicamente hay 55.000 hectáreas sembradas de hoja de coca. Nuestro objetivo es erradicar la mitad en el lapso de tiempo que dejan los decretos de conmoción interior», afirmó.
Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las FARC han dejado al menos 71 muertos y han obligado a unas 55.000 personas a desplazarse. Con el tiempo en contra, el gobierno tiene un plazo limitado para llevar a cabo el plan, ya que los decretos de conmoción interior tienen una vigencia de 90 días, prorrogables por otros 90, y ya han transcurrido 45 días desde su expedición.
Erradicación sin fumigación y compensaciones económicas
El enfoque del gobierno de Gustavo Petro para eliminar los cultivos de coca será diferente al de administraciones anteriores. Petro dejó claro que no se recurrirá a la fumigación con glifosato, prohibida por la Constitución, ni a métodos represivos. «No vamos a hacer una guerra con el campesinado del Catatumbo sino a buscar una alianza para que progrese y sea una región tranquila», subrayó.
La estrategia se basará en un esquema de compensación económica a los agricultores que erradiquen voluntariamente las matas de coca. A diferencia de otros programas previos, en los que solo se cortaban las plantas, esta vez se pretende arrancarlas de raíz para evitar que vuelvan a crecer. «A los campesinos se les pagará por toneladas de matas erradicadas de acuerdo a unos precios a establecer», detalló el presidente.
Titulación de tierras y desarrollo económico
Sin embargo, el plan no solo contempla la erradicación de cultivos ilícitos, también incluye la entrega de títulos de propiedad a los campesinos que eliminen la coca de sus tierras. «Ese es el mecanismo con el cual contrarrestamos las decisiones del ELN de desocupar la región y transferir una población ajena al territorio», explicó Petro, señalando que la guerrilla ha forzado el desplazamiento de comunidades para tomar tierras y destinarlas al narcotráfico.
Una vez cumplida la primera fase del proyecto, el gobierno quiere diversificar la economía de la región, impulsando la producción forestal y agroalimentaria. Para facilitar la comercialización de estos productos, se prevé la construcción y mejora de carreteras que conecten municipios clave con el centro del país. La inversión total del plan asciende a 2,7 billones de pesos (unos 655 millones de dólares).
Operación militar y pacificación del Catatumbo
Además de las medidas económicas y sociales, el gobierno también desplegará una ofensiva militar en la región, aunque Petro no ofreció detalles sobre las acciones específicas por tratarse de información reservada. Según el mandatario, el Catatumbo es «un territorio que si se transforma socialmente encuentra la paz».
En esta zona operan diversos grupos armados, como el ELN, las disidencias de las FARC y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), que se disputan el control del territorio y el negocio del narcotráfico.
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