El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su intención de controlar Groenlandia y el canal de Panamá, asegurando que su Gobierno está trabajando para lograrlo. Durante su discurso ante el Congreso, el mandatario ha defendido estas ambiciones como una cuestión de seguridad nacional y prosperidad económica. Además, ha anunciado la aplicación de nuevos aranceles recíprocos a todos los países que tomen medidas en represalia, mencionando explícitamente a la Unión Europea.
Trump suspende la ayuda militar a Ucrania tras el enfrentamiento con Zelenski
«De una forma u otra, lo vamos a conseguir»
Trump ha insistido en la importancia estratégica de Groenlandia, un territorio perteneciente a Dinamarca, y ha dejado claro que no renuncia a la posibilidad de incorporarlo a la esfera estadounidense. «Necesitamos Groenlandia. Creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir«, declaró ante el Senado y la Cámara de Representantes.
En su intervención, el presidente aseguró que su administración está negociando con todas las partes implicadas y que acoger a la isla sería beneficioso tanto para la seguridad de EE.UU. como para el desarrollo económico de Groenlandia. «Queremos hacerlos ricos y fuertes«, afirmó.
El canal de Panamá, otro objetivo estratégico
En un giro inesperado, Trump también mencionó su intención de «recuperar» el canal de Panamá, un enclave clave en el comercio mundial que Estados Unidos transfirió a Panamá en 1999 tras décadas de control. Durante su discurso, el mandatario celebró el papel de Marco Rubio, actual secretario de Estado, asegurando que está al frente de la operación. «Buena suerte, Marco», dijo en tono jocoso, al tiempo que aseguraba que «va a hacer un trabajo fantástico«.

Aranceles recíprocos y nuevas tensiones comerciales
Trump también dedicó parte de su discurso a defender su política arancelaria, subrayando que estas medidas «harán a Estados Unidos rico de nuevo«. Aunque reconoció que podrían causar «pequeñas perturbaciones«, minimizó su impacto y aseguró que la economía estadounidense se beneficiará a largo plazo.
El presidente ha dejado claro que a partir del 2 de abril Estados Unidos aplicará aranceles recíprocos a todos los países que impongan tasas en respuesta a sus medidas. «Es nuestro turno de usar aranceles contra esos países«, declaró, dejando clara su postura frente a socios comerciales como China, Canadá y la Unión Europea.
Advertencias sobre los productos extranjeros
Trump también aprovechó la ocasión para advertir a los ciudadanos estadounidenses sobre los productos importados, asegurando que «no se inspeccionan adecuadamente y pueden estar contaminados«. En este sentido, pidió a los agricultores estadounidenses que tuvieran «paciencia» ante los ajustes que podría generar la política arancelaria, prometiendo que los beneficios llegarán pronto.
Las medidas de Trump han generado una reacción inmediata en el panorama internacional. China y Canadá ya han anunciado medidas en represalia, mientras que la Unión Europea estudia posibles acciones legales y comerciales contra EE.UU. en respuesta a los nuevos aranceles.
Un discurso que refuerza su agenda proteccionista
El discurso de Trump ante el Congreso confirma que su segundo mandato estará marcado por un enfoque proteccionista y una política exterior más agresiva. Con la mirada puesta en la reelección, el presidente busca consolidar su base de apoyo reforzando la idea de que Estados Unidos debe recuperar el control de activos estratégicos y proteger su economía de la competencia extranjera.
Resta por ver hasta qué punto sus ambiciones sobre Groenlandia y el canal de Panamá pueden materializarse y cómo evolucionará la guerra comercial con sus principales socios económicos. Lo que está claro es que la tensión en el comercio internacional sigue en aumento y las próximas semanas podrían ser clave para definir el futuro de estas controversias.