Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han retomado este martes sus operaciones militares en la Franja de Gaza, dando por terminado el alto el fuego que estaba vigente desde el pasado 19 de enero. Según el Gobierno gazatí, al menos 322 personas han perdido la vida esta madrugada, entre ellas muchos menores.
Los bombardeos han sido llevados a cabo desde aviones de combate y helicópteros, además de ataques con vehículos blindados, según informó la agencia Sanad, vinculada a Hamás. Además, en la ciudad de Jan Yunis se han registrado disparos de tanques israelíes, lo que ha agravado aún más la situación en el enclave palestino.
La ofensiva israelí comenzó poco después de las 02:00 de la madrugada, tras una orden emitida por la Oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu. En el comunicado oficial, el Gobierno israelí justificó su decisión alegando la negativa de Hamás a liberar a los rehenes que aún mantiene en su poder.
Ruptura del alto el fuego
El Ejecutivo israelí también argumentó que Hamás había rechazado todas las propuestas de mediación presentadas por el enviado presidencial de Estados Unidos, Steve Witkoff, así como las iniciativas planteadas por otros intermediarios. La falta de acuerdo para extender la tregua habría sido determinante en la reanudación de los ataques.
«A partir de ahora, Israel actuará contra Hamás con cada vez más fuerza militar», señala el comunicado emitido por el Gobierno de Netanyahu, que también explica que el «plan operativo» de la nueva ofensiva fue presentado y aprobado el pasado fin de semana por las FDI y la cúpula política del país.
Por su parte, Hamás ha condenado la ofensiva israelí y ha advertido de sus posibles consecuencias. «Netanyahu y su gobierno extremista están tomando la decisión de revocar el acuerdo de alto el fuego, exponiendo a los prisioneros en Gaza a un destino desconocido», declaró el grupo islamista en un comunicado difundido en redes sociales.
El Ejército israelí ha asegurado estar preparado para mantener los ataques contra los líderes y la infraestructura de Hamás el tiempo que sea necesario. Además, ha señalado que la ofensiva podría intensificarse más allá de los bombardeos aéreos.
Desde Washington, la Casa Blanca ha confirmado que Israel consultó con el gobierno estadounidense antes de lanzar los ataques. «Como ha dejado claro el presidente (Donald) Trump, Hamás, los hutíes, Irán y todos aquellos que buscan aterrorizar no solo a Israel, sino también a Estados Unidos, pagarán un precio: se desatará el infierno», afirmó la portavoz Karoline Leavitt.
En un tono similar, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, aseguró que su país no mostrará «piedad» en su ofensiva. «No pararemos hasta que todos los rehenes estén de vuelta en casa», destacó a través de una publicación en su cuenta de X.
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