Queridos lectores de Estrella Digital:
Hoy nos encontramos en una situación desafortunada; no por una decisión editorial ni por falta de interés en informarles, sino por una cadena de desafortunados errores y desorganización protagonizados por la compañía aérea Iberia.
Como sabrán los lectores aficionados al mundo del motor, este fin de semana se ha celebrado en el reconocido Circuito de Wackersdorf (futuro anfitrión del mundial de FIA Karting de las categorías KZ y KZ2), el Campeonato Alemán de Karting. Pues bien, aquí empieza el relato de nuestro compañero enviado para cubrir el evento.
Gracias a la nefasta gestión de Iberia durante todo el proceso, nuestro compañero vivió una de esas experiencias que no se olvidan, y que demuestran el nivel de compromiso que tienen algunas empresas con sus clientes. Una pista: ninguno.
Víctima de «Overbooking»
Habiendo comprado su billete desde la redacción con antelación para el vuelo de Iberia de las 16:40 del día 24 de agosto, y con su asiento ya asignado, nuestro reportero fue víctima del famoso «overbooking«. Una práctica que, lamentablemente, sigue ocurriendo. Pero esto sólo fue el inicio de una serie de catastróficos acontecimientos.
Después de horas esperando, pudo por fin embarcar en el vuelo a Múnich de las 20:00 horas.
A nuestro reportero le esperaban en el Aeropuerto de Múnich, para su traslado a realizar el reportaje al Circuito de Wackersdorf.
La única información disponible -tanto para esta redacción como para el equipo que le esperaba en Múnich- era la página web de Iberia, y la aplicación del estado de vuelos, que en todo momento daba como destino Múnich; inicialmente con llegada a las 23:52 a la Terminal 1 del Aeropuerto de Múnich, para posteriormente (tras comprobar que no había aterrizado en dicha hora, y sin que apareciera ninguna información en la web de Iberia) nueva hora, con llegada a las 00:33 en la Terminal 1 del Aeropuerto de Múnich.
Las personas que le estaban esperando, nos comunican que el avión no ha aterrizado en Múnich. Consultamos la web de Iberia (sin información) y su aplicación móvil (que mantiene el aterrizaje en el Aeropuerto de Múnich).
Ante el desconcierto que producía por la preocupación de la familia y de este medio, por fin recibimos la llamada de nuestro reportero, tiempo después, el cual nos comunica que su vuelo fue desviado a Nuremberg.
Ahora bien, continúa la mala gestión de esta compañía aérea: le hacen saber a nuestro reportero, tras más de tres horas de espera a la salida de equipaje (con todo el material de trabajo y pertenencias personales), que no ha llegado a Nuremberg; que Iberia no tiene delegación en esta ciudad y que su única opción, siendo ya las 04:20 horas de la madrugada, era irse en tren hasta Múnich para recuperarlo. En ningún momento se le ofreció alojamiento ni medios de transporte para su desplazamiento.
Llegada a Nuremberg
Una vez que el reportero nos comunica que está en la ciudad de Nuremberg, el periódico le reserva una habitación de hotel, a 600 metros del aeropuerto para que pudiera descansar.
Lógicamente no se fue a Múnich. Se fue al hotel a descansar, después de la mala experiencia de un vuelo de Madrid a Múnich, sin maleta (que a día de hoy, lunes 28 de agosto, sigue sin aparecer).
La pérdida del equipaje es una cosa, pero la falta de comunicación y de soluciones efectivas por parte de Iberia es otra. Ni este periódico ni la familia del reportero recibieron explicaciones coherentes ó soluciones oportunas.
Por toda esta cadena de exasperantes sucesos, lamentamos profundamente no poder ofrecerles el reportaje sobre el campeonato que con tanto entusiasmo habíamos anunciado.
Sin duda, la falta de soluciones por parte de la citada aerolínea (Iberia) se convirtió en una odisea; costándonos tiempo, energía y, sobre todo, la oportunidad de traerles la cobertura que habíamos prometido.
Ya con nuestro reportero en Madrid, en los próximos días seguiremos informando; pues este solo es el primer episodio de un viaje que en el año 2023 entre dos ciudades europeas (España y Alemania) con una compañía – Iberia – que precisamente presume de no ser low cost, y cuando surgen problemas el trato al pasajero es LAMENTABLE.