La oleada de explosiones que se está produciendo en Líbano contra dispositivos electrónicos (buscapersonas y walkie-talkies) de Hezbolá «ha tardado tiempo en diseñarse y está siendo una operación perfectamente ejecutada; un 10 en Inteligencia, imaginación, decisión técnica, operativa y política, planificación y ejecución impecable».
Al margen de que Israel no se esté atribuyendo el «éxito» de algo que «podría, perfectamente, haber sido llevado a cabo por sus servicios de Inteligencia (el Mosad), las claves están en el diseño de la operación y la forma de ejecutarla».
Así se refiere a lo que está sucediendo en Líbano el coronel de la Guardia Civil, ya retirado, Alfonso López Clavier, presidente de APTIE (la Asociación para la Promoción de las Tecnologías e Industrias Estratégicas) y experto en tecnología y operaciones de Inteligencia.
«Las explosiones no se han producido a través de las baterías»
Lo primero que quiere aclarar López Clavier, en una entrevista exclusiva concedida a ESTRELLA DIGITAL, es que las explosiones que están ocasionando decenas de muertos y miles de heridos (aunque las cifras varían de unas fuentes a otras) «no se han producido por un calentamiento de las baterías como se está afirmando».
Y según su experiencia, no sólo como profesional de la Guardia Civil sino también como experto en tecnologías de Seguridad y Defensa, no puede haber sido ésa la causa «porque una batería explota calentándose por un proceso químico, y el sujeto notaría si se está calentando en su bolsillo, y es un proceso que no funcionaría igual en todos los dispositivos».
Por ello sabe, a ciencia cierta, que el motivo no han sido las baterías. «Además -añade-, los ‘buscas’ no llevan baterías de litio, porque funcionan con pilas o baterías normales, y esas no explotan».
Otra clave: infiltración en la cadena de distribución de Hezbolá durante más de un año
Por otra parte, tiene claro que «los dispositivos habían sido previamente manipulados (físicamente) en algún punto de la cadena de distribución para introducirles unos gramos de explosivo, conectados con el propio sistema de recepción de esos ‘buscas’ y walkie-talkies, para que estallasen a la recepción de un mensaje o una señal concreta».
Y una operación así -que sería otra de las claves- «no se planea ni se ejecuta de un día para otro». De hecho, el coronel, conocedor de este tipo de misiones, asegura que quien lo haya hecho «lleva planeando y diseñando este operativo durante más de un año«.
El procedimiento que siguen los servicios de Inteligencia, según explica el coronel, habría sido el siguiente, y lo explica para que se entienda:
«Primero tienes que conocer que Hezbolá va a ponerle ‘buscas’ a su red de terroristas; después tienes que infiltrarte entre sus filas o en su red de distribución para manipular los dispositivos; y ahora, que ya había miles de aparatos trucados ya distribuidos… los han hecho explotar».
«Fuentes de inteligencia estadounidenses indican que Hezbolá compró 5.000 dispositivos, y que los recibió a principios de este año», comenta.
En este caso, «la operación es una obra maestra desde el punto de vista del diseño de la operación, de la coordinación, y de la tecnología que se ha insertado; brillante desde el punto de vista operativo», sentencia.
Por qué ‘buscas’ y no otros dispositivos
A la pregunta sobre por qué una red terrorista decide poner ‘buscas’ a sus distintas células, responde sin titubear: «Un smartphone es, en la mayoría de los casos, un dispositivo personal adquirido por cada individuo y se podría hackear, cosa que seguramente ya hacen en cierta medida, pero no podrían hacerlos explotar simultáneamente; un ‘busca’ no es hackeable«.
Y los buscapersonas «no tienen esas deficiencias, por decirlo coloquialmente -especifica-, puesto que no usan la red de telefonía, sino que funcionan a través de ondas de radio». Además, «sólo reciben señal; no emiten». Es, y lo pone a modo de ejemplo, «como la radio que cualquiera tiene en su casa, que recibe ondas pero no las transmite».
De hecho, «los ‘buscas’ -prosigue- funcionan donde no lo hace un teléfono móvil y por eso antiguamente todos los médicos, por ejemplo, llevaban un ‘busca’ cuando no existían los móviles; para estar localizables«.
«Se introdujeron los explosivos para que no fuesen detectables»
Pero esas supuestas comunicaciones secretas que Hezbolá pretendía mantener con sus terroristas le han jugado una mala pasada al grupo terrorista chií que mantiene una guerra secular contra Israel y los países que le apoyan.
Y lo resume de la siguiente manera: «La operación ha sido tan bien diseñada que se introdujeron los explosivos en los dispositivos de tal manera que, si alguien los abría, ni siquiera podía darse cuenta; y cuando ya ha habido miles de dispositivos distribuidos, los han hecho estallar».
¿Y cómo se hicieron estallar? es la última pregunta. López Clavier también es claro en su respuesta: «A través de un mensaje cifrado que cuando llega al ‘busca’ o al walkie-talkie… hace que éste explote, una de las formas tradicionales de activar remotamente cualquier dispositivo explosivo, pero en esta ocasión, ha sido de forma simultánea con miles de ellos», concluye.